EL REGALO DEL BAUTISMO

Si estoy bautizado, todos los bautizados son mi hermanos pues Cristo nos hizo parte de un cuerpo místico que es su Iglesia donde Él es la cabeza y nosotros los miembros. Entonces si soy bautizado y la Iglesia es mi familia, ¿mi misión es criticarla, señalarla y juzgar sus errores o más bien defenderla, cuidarla y trabajar para que los errores dejen de existir a través de mi oración y mi acción y contagiando a otros con mi entusiasmo apostólico?... ¿Acaso si nuestra familia tiene dificultades andamos por las esquinas divulgándolas al mundo entero y criticándola o buscamos hacer lo posible para vencer las dificultades y permanecer unidos y levantarnos triunfantes?

Hermanos, Cristo fundó UNA sola Iglesia que después de 2000 años sigue vive y palpitante, nos prometió quedarse con nosotros hasta el fin de los días y dijo que las puertas del infierno no prevalecerían sobre ella, sin embargo TU y YO somos miembros de esa familia que se llama IGLESIA, ámala, cuídala, defiéndela y trabaja para mejorarla en vez de ir por todos lados intentando destruirla con tus palabras pues recuerda que cuando atacas a la Iglesia atacas a Cristo... Recuerden que cuando Cristo tumbo a San Pablo del caballa cuando éste perseguía a la Iglesia le dijo: ¿Saulo, Saulo por qué me persigues? Cristo mismo le hizo ver a Pablo que al perseguir a la Iglesia le perseguía a Él.

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