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Clara Cuevas: «Era booktuber pero estaba vacía. Oré a Jesús cuando me iban a operar, me sanó y le entregué mi vida» Camino Católico.- Clara Cuevas, una joven mexicana que decidió dejar todo y seguir …Más
Clara Cuevas: «Era booktuber pero estaba vacía. Oré a Jesús cuando me iban a operar, me sanó y le entregué mi vida»
Camino Católico.- Clara Cuevas, una joven mexicana que decidió dejar todo y seguir a Jesús. Antes era reconocida por ser booktuber; actualmente es una influencer católica que inspira a miles de creyentes. Se encontró con Cristo ante un ingreso hospitalario imprevisto en que debían operarla, pero el Señor la sanó y no fue necesario. Sus padres siempre le enseñaron el ejemplo de una buena relación con Jesús. Pero mientras iba creciendo, no encontraba su lugar dentro de la Iglesia. Así que simplemente se alejó, hasta que en el hospital oró a Jesucristo.

Clara siempre ha tenido gusto por la lectura. Antes de entrar a la carrera universitaria, sintió el deseo de compartir las reseñas de los libros que leía, así que prendió su computadora, encendió la cámara y subió su primer vídeo para YouTube. A los meses empezó a recibir libros de las editoriales y se dio cuenta de que su canal estaba teniendo éxito y era impresionante para ella porque creyó haber encontrado la profesión ideal. "Me identificaban como la booktuber que hablaba de libros y viajaba para promover la lectura. Esa era mi misión en la vida".

Pero, al mismo tiempo, causó una ruptura de ideas en su formación católica porque las personas que conocía, los libros que leía, el entorno en que se envolvía, difundían mensajes sobre lo que estaba en tendencia; temas sobre el feminismo, LGTB y ateísmo. "Me acuerdo que era una mujer muy enojada. Ya no buscaba tanto leer para promover la lectura, sino leer para demostrarle a la gente que estaba equivocada en lo que ellos creían".

“En 2017 me invitan a una feria del libro acá en Guadalajara, una de las más grandes a nivel mundial y empiezo a darme cuenta que no me sentía muy feliz, que estaba demasiado desgastada en todo lo que estaba haciendo y que no estaba recibiendo una respuesta satisfactoria. No obstante yo pensaba: mis números están creciendo, las oportunidades están llegando porque me siento tan basura. Me tocó esa vez presentar varios eventos de la feria unos muy importantes y al terminar cada uno la gente me abrazaba, me pedía cariño y yo no tenía cariño que dar ni nada que ofrecerles”, asegura.

“Dos semanas antes de ir al hospital aquella vez asisto a un retiro porque necesitaba silencio, saber dónde estaba porque llevaba cuatro años de mi vida dedicándome a esto y de repente sentir que no vale la pena. Estaba a punto de graduarme de la universidad, pensaba que tenía la vida resuelta y se me vino el mundo encima. En el retiro se me acercó una chica y me preguntó: ¿cómo te va en tu canal de youtube? Y yo le respondí: ‘Lo voy a dejar’. Y me dijo: ‘Antes de hacer lo que creas, pídele a Jesús que purifique tus intenciones?”, relata.

“Dos semanas después caigo en el hospital por un dolor abdominal horrible en los ovarios como tipo cólico. Nunca me había pasado algo así. El doctor me dice que tienen que hacerme una cirugía. Por primera vez en mi vida tengo mi primer diálogo con Jesús. Nunca he dudado de la existencia de Dios, pero en aquel momento lo que me quedaba era orar. Y sentí mucha paz y tranquilidad, independientemente del dolor. Y le dije a Dios: ‘Yo sé que eres grande y soberano, nunca lo he experimentado pero sé lo que eres porque lo he visto en mi familia y en mis papás en los momentos difíciles… Me gustaría pedirte que si Tú quieres que proceda a esta operación, ayúdame a entender por qué, pero si no lo quieres ayúdame a saber darte gracias’”, comparte.

“Fue una oración muy pequeña y me quedé dormida. Al rato llegó el doctor con los estudios en la mano diciendo que sí que debe operarme. Pero me llevan a hacer más pruebas y el médico dice que ya no tengo nada, que todo estaba bien. Yo sabía que había sido Jesús. Y fue un momento de desapego muy difícil porque era entender porque mi amiga aquella vez me dijo que le pidiera a Jesús que purificara mis intenciones”, reflexiona.

“Empecé a hablar de Jesús en redes sociales, a compartir lo que había hecho en mi vida. A mucha gente no le gustó porque eran personas que me seguían antes porque yo no hablaba muy bien de la iglesia. De repente al empezar a hablar bien de dios no fue muy recibido. Pero yo sentía mucha paz y tranquilidad. No puedo callar lo que él hizo en mi vida”, asegura.

“A modo de conclusión, quiero decirte que no necesitas crear una cuenta de instagram no necesitas o una página web para hablar de Jesús. Con tu vida hoy, con lo que te toca hacer, tienes que hablar de Jesús en tu casa, en tu comunidad. Pero no solamente es aprenderte el evangelio para decirlo, si estudiarlo y formarte, pero qué pase por tu corazón y que ahí salga y hable con tus actos, gestos y mirada. Si no tenemos un encuentro personal con Jesús, no hay un cambio genuino”.

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