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La Sacristía de la Vendée 13-11-2020: Los católicos en la vida pública. Tertulia sacerdotal contrarrevolucionaria sobre temas de actualidad civil y eclesial. Con P. Pablo Pich @PadrePich, P. Juan …Más
La Sacristía de la Vendée 13-11-2020: Los católicos en la vida pública.

Tertulia sacerdotal contrarrevolucionaria sobre temas de actualidad civil y eclesial. Con P. Pablo Pich @PadrePich, P. Juan Manuel Góngora @patergongora, P. Rubén Ávila y P. Francisco José Delgado @PadreFJD. Hoy contamos con D. Rafael Sánchez Saus, director del Congreso Católicos y Vida Pública, que se desarrolla los días 13-15 de noviembre. El artículo del P. Francisco José Delgado sobre las elecciones peruanas de 2016: infocatolica.com/?t=opinion&cod=26754 Agradezco a Daniel Lagos la información sobre la exigencia del gobierno peruano en que las comunidades religiosas utilicen el mal llamado "lenguaje inclusivo".

Un editorial de La Sacristía de la Vendée

Francisco José Delgado, el 14.11.20 a las 10:27 PM

Hace unas semanas un grupo de sacerdotes nos animamos a hacer un programa en Youtube que hemos titulado «La Sacristía de la Vendée». Es una tertulia entre sacerdotes de distintas partes de España en la que comentamos temas de actualidad civil y eclesiástica. Lo hemos titulado así haciendo referencia a la resistencia «contrarrevolucionaria» de los vandeanos durante la sanguinaria Revolución Francesa, donde muchos derramaron su sangre y dieron un admirable testimonio de fe.

La exigencia de los revolucionarios de entonces y de hoy era que los católicos vivieran su fe «en las sacristías», asumiendo una moral pública impuesta por los poderes civiles, contraria muchas veces a los principios católicos. A nosotros, como sacerdotes, nos corresponde efectivamente estar en las sacristías, mientras el papel de los laicos debe ser predominantemente en la llamada «vida pública». Por eso, nosotros nos reunimos en nuestra sacristía particular para intentar animar la lucha contrarrevolucionaria, una lucha principalmente de ideas y palabras, de testimonio personal y de deseo de dar la vida.

Los primeros programas los hemos ido realizando dentro de las limitaciones técnicas que tenemos (a veces el internet de los pueblos no es lo mejor para estas cosas), pero pensamos que hay que aprovechar todas las posibilidades para difundir las ideas católicas. De momento, el horario para realizar los programas en directo será los viernes a las 20:00 (hora española) en nuestro canal de Youtube.

En el tercer programa, que hicimos ayer, decidimos incluir un pequeño editorial, que iremos haciendo por turnos los sacerdotes que participamos. He querido traer el primer editorial a este blog, porque retoma un tema que traté hace años en Infocatólica, antes incluso de comenzar «Más duro que el pedernal». Para el que no sepa de qué estoy hablando, al inicio del texto hay un enlace a aquel artículo de 2016. Al final incrustaré el vídeo de nuestro tercer programa, invitando a los lectores a verlo, y suscribirse al canal, donde pueden encontrar los dos anteriores y enterarse cuando hagamos los próximos.

Elegisteis renunciar a vuestros principios

El 1 de julio de 2016 publiqué un artículo en esta web que titulé: «Perú, en la encrucijada por la vida y la familia». En el artículo me refería al auge sorprendente del movimiento provida y Profamilia en el Perú, después de que la intervención en 2011 del entonces Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana a favor del candidato más abortista y favorable a la ideología de género diera la victoria a Ollanta Humala.

Después de años de movilizaciones se había conseguido que de los dos candidatos que en 2016 se enfrentaban en la segunda vuelta por la Presidencia una se pronunciara indudablemente a favor de la vida y la familia, con un compromiso por escrito de no impulsar medidas de gobierno que hicieran avanzar la agenda de los grupos globalistas que se querían imponer a toda costa en el Perú. El otro candidato, por el contrario, se negó a hacer tal compromiso, y presentó un programa de gobierno trufado de ideología de género y de medidas pro-muerte.

Curiosamente, muchos católicos se negaron a aceptar la obligación de apoyar al candidato que respetara los llamados «principios no negociables» y, con el apoyo de gran parte de la jerarquía, dieron su voto a Pedro Pablo Kuczynski, que se proclamó victorioso. La excusa era que la otra candidata era una «corrupta». Mi postura, ante los que me hacían esa reflexión era que: si un político no tiene ningún respeto por la vida de un niño inocente, mucho menos lo tendrá por el dinero público o las instituciones de gobierno.

En 2018, el Presidente Kuczynski tuvo que dimitir entre acusaciones de corrupción. Y su sucesor, Martín Vizcarra, acaba de ser destituido por el congreso esta misma semana, por idéntico motivo.

Por tanto, aquellos católicos que sacrificaron todo el esfuerzo del movimiento provida en favor de un candidato presentado por los medios como más honesto, pero con principios incompatibles con la enseñanza de la Iglesia, han terminado sufriendo la aplicación de esos principios y, como se preveía, una conducta igualmente deshonesta, al menos presuntamente, por las numerosas causas judiciales que hay contra ambos políticos (también contra la candidata «provida»). Todo esto está llevando a que, aprovechando la agitación política que conlleva todo este proceso, las hordas globalistas estén poniendo en marcha su maquinaria para repetir el mismo proceso que ya han culminado con éxito en Chile, el país vecino.

En definitiva, los católicos no pueden actuar en la vida pública, profesional, política… dejando aparte sus principios y su fe. La estrategia del mundo siempre será la misma: la amenaza de los incontables males que vendrían si los católicos no se pliegan a las exigencias de los enemigos de la civilización cristiana y abrazan los principios de la Revolución.

Parafraseando a Churchill, diría hoy a mis queridos peruanos, como lo digo a los españoles que han caído tantas veces en la misma trampa: «Os dieron a elegir entre renunciar a vuestros principios o el ser perseguidos y rechazados por el mundo; elegisteis renunciar a vuestros principios y ahora el mundo va a intentar acabar con vosotros».