Iñigo Pirfano es muchas cosas, pero sobre todo director de orquesta y licenciado en Filosofía. Como ensayista y conferenciante muestra su gran capacidad para comunicar. En sus diferentes títulos publicados se centró en la música, mas en esta ocasión la Belleza y su importancia y relevancia es el centro de su disertación.
Para hilar sus ideas, Pírfano recurrirá a sabios anteriores o contemporáneos. Su elección no dejará indiferente a ninguna persona cultivada. Clásicos básicos como Platón o Aristóteles serán citados, pero también San Agustín o San Juan de la Cruz. Músicos como Leonard Bernstein, un deprimente Chaikosvky o un maravilloso (para mí) descubrimiento como es el Igor Stravinsky como pensador. Y finalmente, y una manera perfecta de ganarme, se cita profusamente a George Steiner y a Roger Scruton. Así pues, un texto (breve, apenas 130 páginas) en el que poder meditar con el autor sobre un tema fundamental la Belleza (en el arte, la poesía…)
Dice en un momento el autor, que previamente ha sacudido al lector afirmando que no hay que acercar el arte al pueblo, pues el arte no está hecho para el pueblo sino para la persona: “El acceso a la obra de arte ha de darse de manera personal y singular, al modo de una Anunciación, como afirmaba Steiner". A mí esto me recuerda mucho a lo que decía Benedicto XVI “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (Deus caritas est, n. 1).
Sin duda el autor coincidirá con esto que dijera Benedicto XVI refiriéndose a la via pulchritudinis: “ la visita a los lugares de arte no ha de ser sólo ocasión de enriquecimiento cultural —también esto—, sino sobre todo un momento de gracia, de estímulo para reforzar nuestra relación y nuestro diálogo con el Señor, para detenerse a contemplar —en el paso de la simple realidad exterior a la realidad más profunda que significa— el rayo de belleza que nos toca, que casi nos «hiere» en lo profundo y nos invita a elevarnos hacia Dios.” Audiencia general 31 de agosto de 2011
Un libro muy interesante para meditar sobre un gran tema, escrito por alguien de recia fe. Muy recomendable.
