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Jesús y los milagros (Serie: Mi Pequeña Biblia) Milagros en los Evangelios Canónicos Veinticuatro milagros sobre curaciones Siete curaciones de espíritus inmundos En estos pasajes se puede observar …Más
Jesús y los milagros (Serie: Mi Pequeña Biblia)

Milagros en los Evangelios Canónicos

Veinticuatro milagros sobre curaciones

Siete curaciones de espíritus inmundos

En estos pasajes se puede observar que incluso los demonios se postran ante Jesús, lo obedecen y lo reconocen como el Santo Hijo de Dios.

El de la región de Gerasa: Era poseído por muchos espíritus inmundos que se hacían llamar Legión, que fueron expulsados y entraron en un hato de cerdos, que luego murieron.

El mudo: La gente estaba asombrada y los fariseos afirmaban que gracias al príncipe de los demonios Jesús realizaba sus exorcismos.

El endemoniado ciego y mudo

La hija de la cananea .(Mt. 15:21-28, Mc. 7:24-30): Fue un milagro llevado a cabo en la región de Tiro y de Sidón, por petición y gracia a la fe de la madre de la víctima.

El niño epiléptico (Mt. 17:14-21, Mc. 9:14-29, Lc. 9:37-43): Los discípulos que acompañaban a Jesús no pudieron curar al niño porque tenían falta de fe.

El de la sinagoga en Cafarnaúm (Mc. 1:21-28, Lc. 4:31-37): Fue sanado en los días de reposo,

María Magdalena (Lc. 8:1-3): De la cual salieron 7 demonios. También sanó a otras muchachas, entre ellas: Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana.

Cinco curaciones de paralíticos

El criado del centurión en Cafarnaúm (Mt. 8:5-13, Lc. 7:1-10): Fue curado a distancia por petición y gracias a la fe del centurión.
No está claro si el relatado en el Evangelio de Juan es el mismo milagro, ya que el beneficiario es en este caso el hijo de un cortesano, aunque los detalles de la narración son idénticos.

Un paralítico de Cafarnaúm (Mt. 9:1-8, Mr. 2:1-12, Lc. 5:17-26): quien estaba postrado, y también le fueron perdonados sus pecados. Los escribas acusaron a Jesús de blasfemo.

El hombre de la mano seca (Mt. 12:9-14, Mc. 3:1-6, Lc. 6:6-11): debido a este milagro los fariseos se enfurecieron y murmuraban planeando la destrucción de Jesús.

La mujer en la sinagoga que estaba encorvada y no podía enderezarse (Lc. 13:10-17): esta curación tuvo lugar también en sábado y en una sinagoga, por lo cual Jesús fue criticado.

El de Jerusalén (Jn. 5:1-18): este hombre llevaba 38 años enfermo y fue sanado un sábado en un estanque llamado Betesda en hebreo.

Cuatro curaciones de ciegos

Los dos ciegos de Cafarnaúm (Mt.9:27-31).

Bartimeo, el de Jericó (Mt. 20:29-34, Mc. 10:46-52, Lc. 18:35-43, también encontrado en el Corán): Él le suplicó misericordia y Jesús le dijo que fue salvado gracias a su fe.

El de Betsaida (Mc. 8:22-26): A quien sanó poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos.

El de nacimiento (Jn. 9:1-41): Jesús lo sanó restregando lodo hecho con su propia saliva, en los ojos del ciego, quien luego se lavó en la piscina de Siloe (enviado).

Dos curaciones de leprosos

De un leproso de Galilea (Mt. 8:1-4, Mc. 1:40-45, Lc. 5:12-16, también encontrado en el Evangelio Egerton y en el Corán): fue curado al ser tocado por la mano de Jesús.

De diez leprosos (Lc. 17:11-19): iban camino a Jerusalén y Jesús los curó con el poder de su palabra.

Otras seis curaciones

La fiebre de la suegra de Pedro (Mt. 8:14-15, Mc. 1:29-31, Lc. 4:38-39): fue sanada en su casa en Cafarnaúm, al ser tomada por la mano de Jesús.

La mujer con flujo de sangre (Mt. 9:20-22, Mc. 5:25-34, Lc. 8:41-48): quien se sanó al tocar el manto de Jesús.

Un sordomudo en la Decápolis (Mc. 7:31-37): a quien sanó metiéndole los dedos en los oídos, escupiendo, tocándole la lengua y diciendo: "Effatá", que significa "ábrete".

El hidrópico (Lc. 14:1-6): Esta curación fue hecha un sábado en la casa de uno de los principales fariseos.

La oreja de Malco (Lc. 22:50-51): quien fue herido por un discípulo de Jesús, a quien Jesús reprendió por ello.

El hijo del alto oficial del rey (Jn. 4:46-54): Jesús y el oficial se encontraban en Caná, y el niño que moría se encontraba en Cafarnaún.

Curaciones hechas de modo genérico

Además de las ya mencionadas curaciones, hay pasajes que hacen referencia a ocasiones en que Jesús curó de modo genérico diversas enfermedades. Se mencionan cinco a continuación:

Recorriendo Galilea (Mt. 4:23-25, Lc. 16:17-19).

Al ponerse el sol (Mt. 8:16-17, Mr. 1:32-34, Lc. 4:40-41).

Junto al mar de Galilea (Mt. 15:29-31).

En el Templo (Mt. 21:14-15).

Cuando se retira al mar con sus discípulos (Mc 3:7-12).

Diez milagros sobre la naturaleza

Jesús obró también, según los evangelios, diez prodigios de tipo natural, en los que se pone de manifiesto la obediencia de las fuerzas naturales a su autoridad.

La tempestad calmada (Mt. 8:23-27, Mr. 4:35-41, Lc 8:22-25): Sucede en el Mar de Galilea. Jesús les dice a sus discípulos hombres de poca fe, ya que estos se atemorizan y piensan que perecerán.

Caminar sobre el agua (Mt. 14:22-27, Mr.6:45-52, Jn. 6:16-21): Los discípulos creyeron ver un fantasma y dieron voces de miedo. Se dirigían en una barca a Cafarnaún.

La primera multiplicación de los panes y los peces (Mt. 14:13-21, Mr. 6:30-44, Lc. 9:10-17, Jn. 6:1-14): Este es el único milagro que se encuentra en los cuatro evangelios canónicos. Fue realizado en un monte de Galilea, localizado en el desierto cerca del lago de Tiberiades.

La moneda en la boca del pez (Mt. 17:24-27): Jesús mandó a Pedro a traer dinero de la boca del pez para pagar impuestos.

Cuando secó la higuera (Mt. 21:18-22): Seco la higuera ordenándole que nunca más tuviera fruto. Este milagro muestra la importancia y el poder de la fe. Jesús afirma que con fe se pueden mover montañas.

La segunda multiplicación de los panes y los peces (Mr. 8:1-10): Fue realizado en el desierto.

La pesca milagrosa (Lc. 5:1-11): Sucedió en el Lago Genesaret. Luego de este, Simón Pedro, Jacobo y Juan se convirtieron en discípulos de Jesús.

La Transfiguración de Jesús (Mt. 17:1-13, Mr. 9:2-13, Lc. 9:28-36).

La Transubstanciación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo (Mt. 26:26-29, Mr. 14:22-25, Lc. 22:19-20, 1ª de Corintios 11:23-26, 1ª de Pedro 1:16-18).

Las Bodas de Caná (Jn. 2:1-12): Donde convirtió el agua en vino. De acuerdo al Evangelio según San Juan, fue el primer signo realizado por Jesús al inicio de su ministerio público, y fue efectuado a pedido de la Virgen María, su madre.

Cuatro milagros sobre resurrección

Una niña de trece años de edad, hija de Jairo (Mr. 5:38-43, Lc. 8:49-56): Jesús afirmó que la niña no estaba muerta, sino sólo dormida.

Lázaro, el de Betania (Jn. 11:38-44, también encontrado en el Corán): quien ya llevaba cuatro días de estar muerto y estaba sepultado en una cueva.

El hijo de la viuda de la ciudad de Naín (Lc. 7:11.17): Jesús se compadeció de la viuda al verla llorar, tocó el féretro en el que llevaban al muchacho y le ordenó que se levantará.

La Resurrección de Jesús (Mt. 28:1-10, Mr. 16:1-8, Lc. 14:1-12). Los restantes milagros denominados vulgarmente "resurrecciones" son en verdad "reanimaciones", es decir, un retorno a la vida anterior (la hija de Jairo, el hijo de la viuda de Naín, y Lázaro). La resurrección de Jesús representa el triunfo definitivo sobre la muerte, pues "una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; desde ahora la muerte ya no tiene poder sobre él" (Romanos 6:9). Para los cristianos, la resurrección de Jesús es la que define su divinidad.