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Felicitaciones por tan hermosa labor.
La tercera palabra traducida "infierno," incluso en la Biblia Reina-Valera de 1960, es gehena, un término que siempre está asociado con fuego y que solamente se encuentra en los evangelios, con una excepción. Los pasajes sobresalientes en el evangelio de Mateo son los siguientes: 5:22, 29, 30; 10:28; 18:9; 23:15, 33. Es digno de observar que hay apenas media docena de referencias diferentes al fuego del infierno en la Biblia. Por supuesto, si hubiera solamente una, aún sería necesario darle una cuidadosa consideración para determinar su significado.
Para el propósito de la presente investigación, tomaremos solamente un pasaje. La explicación dada en este caso se aplica igualmente a los otros. Se han seleccionado las palabras de Marcos 9 (paralelas a Mateo 18:8, 9), porque éste es, sin ninguna duda, el ejemplo más explícito y completo de la enseñanza del Señor acerca del Gehena:
"Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga." (Marcos 9:43, 44, ver también 45-49)
Leyendo de manera superficial, uno podría sentir cierta repugnancia por el fuego eterno y los gusanos que nunca mueren. Felizmente, ninguna de estas ideas está envuelta en un verdadero entendimiento de este pasaje. La palabra gehena, traducida aquí "infierno," viene de la expresión hebrea ge-hinom, que significa "el valle de Hinom." Este es de hecho un lugar geográfico, un valle llamado algunas veces Tofet, que todavía existe en las afueras de la ciudad de Jerusalén. Desde tiempos antiguos era un lugar de mala reputación, asociado con la adoración de ídolos y aborrecido por los judíos debido a las horrendas prácticas de la adoración falsa (ver, por ejemplo, Jeremías 7:31-33). En los días del rey Josías, el valle fue limpiado y sus prácticas malas fueron prohibidas (2 Reyes 23:10). Sin embargo, su infamia persistió y el valle llegó a convertirse en el basurero de la ciudad. Más tarde, fue usado para deshacerse de los cadáveres de animales y de criminales ejecutados. Para este propósito y para evitar el hedor de la putrefacción, se mantenía fuego ardiendo continuamente; los cadáveres que el fuego no alcanzaba a consumir eran devorados por gusanos. De esta manera el valle de Hinom, posteriormente llamado Gehena, vino a ser sinónimo de muerte y destrucción inexorable, y es a este valle, el entonces basurero de Jerusalén, al que Jesús se refería cuando hablaba del "infierno."
La alusión al fuego que nunca se apaga comienza ahora a entenderse con más claridad: expresa la naturaleza del juicio divino. Los juicios de Dios son seguros e implacables. Esto es, en verdad, lo que se sugiere con la frase "el fuego que no se apaga y el gusano que no muere." Nadie puede evitar o interferir el manifiesto juicio de Dios sobre los que le vuelven la espalda.
Hay tres palabras principales en la Biblia que han sido traducidas "infierno." En el Antiguo Testamento es la palabra hebrea sheol. En el griego del Nuevo Testamento son las palabras hades y gehena. [Nota del traductor: La Biblia Reina-Valera de 1960, de la cual se han tomado las citas bíblicas que salen en este folleto, no traduce sheol y hades como "infierno," sino que las vierte "Seol" y "Hades" respectivamente.] La palabra sheol era usada comúnmente para indicar la morada de los muertos bajo la tierra. Aun cuando la palabra fue vertida al castellano como Seol en la versión Reina-Valera de 1960, es muy claro que la mejor equivalencia es "sepulcro." No hay excepciones: la muerte y el sepulcro dan a los hombres una igualdad que no pueden encontrar en vida, porque:
"Allí los impíos dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas. Allí también reposan los cautivos; no oyen la voz del capataz. Allí están el chico y el grande, y el siervo libre de su señor." (Job 3:17-19)
En el Nuevo Testamento, hades es el equivalente de la palabra hebrea sheol. La Septuaginta, una traducción del Antiguo Testamento al griego, compilada doscientos cincuenta años antes del nacimiento de Jesús, usa hades casi sin excepción para representar sheol. En el discurso de Pedro en el día de Pentecostés, éste cita el Salmo 16 para probar la resurrección de Jesús, usando la palabra hades donde aparece sheol en la versión hebrea del salmo:
"Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu santo vea corrupción." (Hechos 2:27; compare Salmos 16:10)