Rezando Juntos. Sàbado 19ª TO. San Mateo 19. 13-15. Ciclo C. Oraciòn del dìa sàbado 13 de agosto. 19ª TO. San Mateo 19, 13-15. Ciclo C Señor, tu amor es infinito, y no deja de manifestarse en mi vida …Más
Rezando Juntos. Sàbado 19ª TO. San Mateo 19. 13-15. Ciclo C.
Oraciòn del dìa sàbado 13 de agosto. 19ª TO. San Mateo 19, 13-15. Ciclo C
Señor, tu amor es infinito, y no deja de manifestarse en mi vida, a pesar de eso, ¿Cuántas veces, he titubeado, en decidir, venir contigo? Tù sabes las veces que mi corazón se ha sentido lejos de ti, insatisfecho e infiel, ¡cuàntas veces he sentido el freno interior de volver a Ti!. Si supiera en ese instante cuánto me amas, cómo me amas y que no me has dejado solo… pocas veces habría dudado de acercarme una vez más: Tú eres mi única felicidad, Jesús. ¡Gracias por amarme!
Tu palabra es un bálsamo para mi vida, que me alivia y conforta, por eso vamos a reflexionar en el Evangelio de san Mateo 19, 13-15.
Hoy Señor, nos dejas ver tu parte humana, sencilla y sensible. Te presentan unos niños para que les impongas las manos y ores por ellos. Asì eres Señor, impones las manos a los niños y oras por ellos, què actitud màs cercana, tierna y cariñosa, asì te ven los demás y tienen la confianza de acercase a tì.
Se ve que a tus discípulos no les gusta mucho, pues regañan a la gente. ¿Serà que ellos, aùn no te conocen bien, y tal vez pensaban que solo venìas a los grandes, que solo los grandes podrìan recibir tus palabras, tu bendiciòn y la salvación?, pero no, vienes a todos, y tanto es asì que presentas a los niños como ejemplo a seguir, para alcanzar el Reino de los cielos.
Tu personalidad es fuerte y no te dejas manejar por tus discípulos y les dices: “Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos”. Señor que no deje morir jamàs esa parte de niño que llevo dentro, es mi garantía para un dìa llegar al cielo.
Señor cada vez que veo a los niños rezando, recibiéndote por primera vez en la Eucaristìa, veo què privilegiados son, con què amor, confianza, sencillez y fe se acercan a tì, sì todos fuèramos como ellos, què orgulloso estarías de nosotros.
Ayùdanos a los grandes a que nunca seamos un obstáculo para que los niños se te acerquen, màs bien que encuentren en nosotros un puente, una pasarela para llegar a ti. De aquí la gran responsabilidad que tienen los papàs, los padrinos y nosotros los sacerdotes, como los catequistas. Jamàs escandalizarlos, darles malos ejemplos y alejarlos de la fe.
Hoy mi propósito será, ser un canal, para trasmitir a los niños la amistad con Dios, los acercarè y le pedirè a Dios, para que abrace, bendiga y ore por ellos. Cuidarè mis palabras y gestos, de forma que no les dè mal testimonio.
Mis queridos niños, Jesùs hoy les recibe en audiencia privada, los abraza y bendice, sepan que El los ama de forma especial y les protege siempre. Confíen especialmente en El y cada vez que tengan una inquietud, problema o duda toquen a la puerta de su corazón y compàrtanlo con El.
P. Dennis Doren, LC
Oraciòn del dìa sàbado 13 de agosto. 19ª TO. San Mateo 19, 13-15. Ciclo C
Señor, tu amor es infinito, y no deja de manifestarse en mi vida, a pesar de eso, ¿Cuántas veces, he titubeado, en decidir, venir contigo? Tù sabes las veces que mi corazón se ha sentido lejos de ti, insatisfecho e infiel, ¡cuàntas veces he sentido el freno interior de volver a Ti!. Si supiera en ese instante cuánto me amas, cómo me amas y que no me has dejado solo… pocas veces habría dudado de acercarme una vez más: Tú eres mi única felicidad, Jesús. ¡Gracias por amarme!
Tu palabra es un bálsamo para mi vida, que me alivia y conforta, por eso vamos a reflexionar en el Evangelio de san Mateo 19, 13-15.
Hoy Señor, nos dejas ver tu parte humana, sencilla y sensible. Te presentan unos niños para que les impongas las manos y ores por ellos. Asì eres Señor, impones las manos a los niños y oras por ellos, què actitud màs cercana, tierna y cariñosa, asì te ven los demás y tienen la confianza de acercase a tì.
Se ve que a tus discípulos no les gusta mucho, pues regañan a la gente. ¿Serà que ellos, aùn no te conocen bien, y tal vez pensaban que solo venìas a los grandes, que solo los grandes podrìan recibir tus palabras, tu bendiciòn y la salvación?, pero no, vienes a todos, y tanto es asì que presentas a los niños como ejemplo a seguir, para alcanzar el Reino de los cielos.
Tu personalidad es fuerte y no te dejas manejar por tus discípulos y les dices: “Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos”. Señor que no deje morir jamàs esa parte de niño que llevo dentro, es mi garantía para un dìa llegar al cielo.
Señor cada vez que veo a los niños rezando, recibiéndote por primera vez en la Eucaristìa, veo què privilegiados son, con què amor, confianza, sencillez y fe se acercan a tì, sì todos fuèramos como ellos, què orgulloso estarías de nosotros.
Ayùdanos a los grandes a que nunca seamos un obstáculo para que los niños se te acerquen, màs bien que encuentren en nosotros un puente, una pasarela para llegar a ti. De aquí la gran responsabilidad que tienen los papàs, los padrinos y nosotros los sacerdotes, como los catequistas. Jamàs escandalizarlos, darles malos ejemplos y alejarlos de la fe.
Hoy mi propósito será, ser un canal, para trasmitir a los niños la amistad con Dios, los acercarè y le pedirè a Dios, para que abrace, bendiga y ore por ellos. Cuidarè mis palabras y gestos, de forma que no les dè mal testimonio.
Mis queridos niños, Jesùs hoy les recibe en audiencia privada, los abraza y bendice, sepan que El los ama de forma especial y les protege siempre. Confíen especialmente en El y cada vez que tengan una inquietud, problema o duda toquen a la puerta de su corazón y compàrtanlo con El.
P. Dennis Doren, LC