Carta de Caponnetto al Papa Francisco

"Supongamos por un momento que sos el comandante de un ejercito. En frente tuyo está el enemigo, un enemigo bien formado, multitudinario, bien preparado. Te superan grandemente en número. ¿Cuál seria tu estrategia para atacar?
¿Irías de frente, delatando tu ataque y dando tiempo para que el enemigo se ordene, se prepare, resista el ataque, y te gane sin hacer mucho esfuerzo? Obviamente no, es cantado que así perderías facilmente la guerra y lograrías inflingir muy pocas bajas en las lineas enemigas. Un comandante inteligente eligiría un elemento sorpresa, que agarre distraido al enemigo, generarñia un señuelo para que desvie sus filas para un lado y atacaría por el otro. Esto generaría un efecto sorpresa en el enemigo que está desprevenido, luchando contra un señuelo, y el ataque por la retaguardia generaría una desbandada entre sus filas, dandole probablemente al comandante la victoria.
Un comandante inteligente usaría espias e infiltrados para meterse en las filas enemigas, envenenando a la tropa y generando pistas falsas que desvién la atencion de los soldados, que generen señuelos donde se gasten energías de defenderse de pequeñas amenazas. Haría confundir a los capitanes (incluso a los mejores) para que lleven sus tropas a lugares desventajosos para la batalla. Espías que convenzan al ejercito enemigo que no hay ninguna batalla que luchar para que bajen la guardia.
Ahora hecha una pequeña introducción es momento de hacer la analogía.
¿Quien es ese ejercito bien formado, multitudinario y bien preparado? Es la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana, que tiene como cabeza visible al Papa guiado por el Espíritu Santo, la Iglesia Peregrina, la Iglesia esposa de Cristo.
¿Quien es el ejercito y el comandante que la quiere atacar y vencer?
El mundo, el mundo pecador, orgulloso y vanidoso que se dejo arrastrar por los pecados. El mundo que se quiere alejar de Dios, de la Verdad, de la Luz, el Camino, y se quiere hundir en la inmundicia de los pecados. Pero el mundo es continuamente salvado por la Iglesia, la Iglesia los levanta y los rescata. La Iglesia les da vida nueva, los renueva, los lleva a Dios.
Pero el comandante no puede ser salvado por la Iglesia. Rechazo a Dios una vez y para siempre. Su orgullo y soberbia lo envenenaron de tal manera que fue los suficientemente estúpido de rechazar la Verdad, el Amor, a Dios, para intentar ponerse en su lugar. Pero no le alcanza con rechazar el Amor, sino que quiere destruir todo lo que provenga de Él. Este comandante odia a la Iglesia, la quiere destruir, por que la Iglesia es de Dios, por que la Iglesia levanta, limpia al mundo por mandato de Dios y lo lleva hacia Él.
Este comandante que odia todo lo que proviene de Dios es el Diablo, que está empecinado en destruir a la Iglesia que es la presencia de Dios en el mundo.
Pero claramente este comandante necesita colaboradores. Necesita un ejercito. Y así los reclutó. La masonería es el cuerpo de elitte del comandante. La masonería es su cuerpo visible. Pero al igual que el Diablo, su comandante, a este grupo le gusta moverse en las sombras. La masonería es el cuerpo de espías e infiltrados encargados de sembrar el odio, el egoismo y la destrucción en el mundo. Reclutan gente para que alcen y defiendan sus posturas, pero ellos siempre están detrás del telón.
El fin último del diablo es destruir todo lo bueno del mundo, por que todo lo bueno proviene de Dios.
El diablo quiere destruir la Iglesia pero sabe que con un ataque frontal poco y nada puede hacer. El diablo quiere atacar por la retaguardia, por donde nadie se lo espere. QUiere mandar espías e infiltrados dentro de la Iglesia para que generen el caos, para que los distraigan y planten señuelos.
El diablo ideo un plan maestro para destruir la Iglesia, pero obviamente nunca lo va a lograr por que la Iglesia es de Dios y Dios nunca va a dejar que se hunda, pero va a pasar por grandes tribulaciones. El comandante del mal sabe que puede infligir un terrible daño. El opera desde las sombras, desde la confusión.
El no va a atacar solo de frente, va a atacar por la retaguardia. Tiene un plan para dividir la Iglesia en dos, para generar una desbandada general. Si logra su plan, hasta los más católicos van a estar confundidos y no van a saber cual es la verdadera Iglesia Santa de Dios. Nosotros tenemos que rogar mucho a Dios para que no deje que esto nos pase. Pero nosotros los católicos nos hemos quedado dormidos, nos dejamos embobar por los encantos del mundo y la tecnología. Nos hemos olvidado de rezarle a Dios.

El plan maestro es atacar la Iglesia ppor dos frentes, un frente abierto y otro escondido. El frente abierto es el señuelo, el frente abierto es antagónico al frente escondido. Los dos frentes tiran en direcciones totalmente opuestas. Los dos frentes, desde una mirada micro, se contradicen, uno va en contra del otro. Los dos frentes, desde una mirada macro, van en la misma dirección, uno alimenta al otro, como un circulo vicioso. Los dos frentes tienen el mismo fin: destruir a la Iglesia. Los dos frentes conforman el plan maestro.
Si se quiere romper una barra de acero a tracción es necesario jalar desde los dos extremos en sentido opuesto. Pareciera que el esfuerzo de un lado equilibra el otro, ya que tienen sentidos opuestos, pero en realidad suman sus fuerzas y logran romper la barra a la mitad. Las dos fuerzas contrarias tienen el mismo fin, que es destruir la barra, y solamente sumando estas dos fuerzas es posible lograr dicho fin.
¿Entonces cuales son esos dos frentes aparentemente contrarios que quieren destruir la Iglesia? El primer frente de choque fue el frente abierto. con una filosofía antropocentrica y negada a Dios, la masoneria instó al mundo que se revelara contra la Iglesia, la masoneria inflo el orgullo y la soberbia del hombre para que este se creyera dios. Hizo creer al hombre que es dueño de su cuerpo (que este no le pertencía a Dios), dio rienda libre a los placeres y libertinaje, le hizo creer al hombre que era dueño de la vida, que el hombre decidía quien vive y quien muere en funcion de los egoismos y placeres personales de cada individuo. Hizo creer al hombre que era dueño de la verdad, dueño de lo que está bien o mal. Puso al hombre en una clara contraposición con la Iglesia. Hundió al hombre en la miseria, los desmembro, le quitó su parte espirituial.
La Iglesia se defendio y reafirmó su postura de evangelizadora, de portadora de la Buena Nueva, de Esposa de Cristo, de instrumento para la salvación de los hombres y el mundo, gracias a la Gracia de Dios de regalarnos el Concilio Vaticano II. Nos regaló unos papas santos, como Juan XXIII, Pablo VI(escribio humanae vitae, enciclica que dio gran luz sobre la vida), Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. La Iglesia lucha por la verdad y con una nueva fuerza gracias al Concilio. La Iglesia se preparó contra el ataque progresista, contra el libertinaje sin control. Pero este ataque frontal, por si solo no podia romper a la Iglesia (que está muy bien preparada); este frente necesitaba de un frente antagónico, un frente escondido que accione toda su fuerza hacia el otro sentido, un frente escondido que atacará desde las sombras, que siembre la confusión, un frente escondido conservador que se infiltrara y atacara a la Iglesia desde adentro. Un frente conservador totalmente opuesto al frente abierto, un frente del que no se sospechara, un frente escondido conservador que atacara desde otra dirección.
No tiene sentido que la masonería se infiltre en la Iglesia solo para hacerse pasar por curas progresistas a favor de todo tipo de libertinaje y otras cosas inmundas, por que estos quedan rapidamente al descubierto, y no lograrian consegui los suficientes adeptos para tomar fuerza y hacer un cisma, ya que todos los católicos que se dejaron influencir por las ideas seductoras del mundo y del pecado poco a poco fueron abandonando la Iglesia.
La masonería se infiltro en la Iglesia para hacerse pasar por conservadores, para ser mas papistas que el Papa, para atacar al Papa desde adentro, para detestar las reformas del Santo Concilio. La masonería en la Iglesia ataca con el frente opuesto, el frente antagónico.
Los progresistas van a atacar al Papa por ser demasiado conservador, y los conservadores van a atacar al Papa por ser demasiado progresista. Con esta suma de fuerzas aparentemente antagónicas quieren provocar un cisma en la Iglesia, la supuesta ala conservadora se va a tirar en contra del Papa (como ya hoy dia está sucediendo), pudiendo provocar un cisma donde hasta los más católicos van a quedar confundidos y no van a saber cual Iglesia es la verdadera, si es la conservadora o la del Papa. La Iglesia verdadera ES SIEMPRE LA DEL PAPA; Jesús le dijo a Pedro (primer Papa) "tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Lamentablemente ya he leido en varios sitios que se hacen llamar católicos en internet donde ponen en duda el conclave en el que fue elegido Francisco y la legitimidad de su papado. Están allanando el terreno para un posible cisma. Ay de ellos.
Lamentablemente es un plan maestro, perfectamente diseñado y ejecutado con una precision increible. Solamente con la oración permanente en el Señor se puede evitar esta tragedia. Hay que orar muchísimo por el Papa Francisco. Le va a tocar el papado más dificil de afrontar de todos los tiempos.
Cuando asumio a el pontificado tuvo una entrada triunfal y ahora le va a tocar vivir el calvario. Muchos de lo que lo alabaron en su entrada triunfal después lo van a criticar injustamente.
El Papa sabe lo que puede llegar a suceder si el hombre no cambia de actitud, si los católicos no despertamos. El Papa sabe cual es el calvario que puede llegarle a tocar si no cambiamos. Por eso el Papa pide constantemente que recemos por él. Hay que rezar por el Papa y por la Iglesia. Y siempre nos tenemos que quedar cerquita y al lado del Papa, seguirlo siempre ya que él está guiado por el ESPIRITU SANTO."