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El "católico" Biden ha hablado: ¡haw!

El "católico" Biden ha hablado: ¡haw!

José Luis Aberasturi, el 1.11.21 a las 6:29 PM

Es lo que tiene ser “católico a lo Biden", que puedes decir lo primero que se te ocurra y no se te cae la cara de vergüenza. Porque… ni se tiene: vergüenza, quiero decir. Cara, más que una vaca asturiana con pedigrí.

Ahora, tras su encuentro de un montón de minutos -ha debido romper todos los moldes al uso, pero bien se merecía esa acogida y ese descanso: que además están los dos muy trabajados-, y según han puesto de manifiesto algunas páginas pseudo-religiosas, ha largado que el Papa le ha dicho que “es un buen católico, y que puede recibir la Comunión".

“¡¡¡Átame esa mosca por el rabo, Manuela, que se vuelaaa…!!!”.

Me da que el católico Biden -o el Biden a lo católico-, cada vez que habla de algo de la Iglesia Católica, en especial si está él mismo por medio, es que no se aclara: ¡como si la vaca de antes quisiera aprender el “Asturias patria querida"… y en bable!

Metafísicamente imposible en ambos casos; o el “lío” está servido: expresión cercana y querida por el Santo Padre, y por eso la digo. De intento.

Porque, vamos a ver alma de cántaro…, o de cántara, o de tinajilla, o de simple y humilde búcaro o botijillo: lo que dices, por muy Presi que seas, como católico no hay por dónde cogerlo, agüelillo…

¿Desde cuándo un abortista a go-gó casa con un “buen católico"? ¿Pero el católico que se mete en esos fregados no está EXCOMULGADO? ¿O sea: fuera de la Comunión de la Iglesia Católica y, por tanto, imposibilitado para recibir los Sacramentos excepto en peligro de muerte? ¿Esto ha dejado de estar vigente, con motivo de esa larga perorata de un montón de minutos, mano a mano, vis a vis, entre Presi y Pastor?

¿Y cómo casa con lo de la Comunión? “Buen católico-abortista-a comulgar": este revoltijo, ¿está todo en el mismo plano, y “pelillos a la mar", que son cuatro días? Este hombre, tal como se explica y explica lo católico, es que no da una ni queriendo. Claro… que igual no quiere; o no tiene la menor idea, ni remota ni aproximada, de qué va todo esto.

Y, desde luego, puestos a armar lío, está más que armado: acorazado.

Me da que el Biden se debió quedar dormido en algún momento de la entrevista -se alargó en exceso todo, a lo que se ve-; y cuando, de camino a la salida, le dijeron apresuradamente el resumen de lo que el Papa le había dicho, no lo debió pillar bien del todo, y se quedó con lo que le interesaba: lo hubiese dicho el Papa o no. Y es lo que largó. Sin saber siquiera lo que decía. Porque parece que ya le ha pasado otras veces, y en diversos temas. La edad, que no perdona…

O quizá es lo que le han dicho que diga lo que ha dicho; con la seguridad -se la habrán dado- que desde Roma no van a abrir la boca. Ni para corroborar ni para negar: son así por allí. Pero no acaba ahí la cosa.

Me ha llegado -mis fuentes son mis fuentes, qué le vamos a hacer (después de escribirlo veo que está publicado ya)-, que el tal Biden, o sea, el católico Presi, “ha tomado la Eucaristía": a propósito, no le llamo Comulgar a “eso". Que puede ser verdad perfectamente, máxime tratándose de la Ciudad Eterna, donde para algunos ya todo es posible… y sin mediar milagro alguno, que ya no se estilan por esos páramos regados por el Tíber.

Asunto que nos confirma que, en la Iglesia Católica, algunos están, erre que erre, por dejar la Adoración y pasarse, directa y descaradamente, a la Profanación sacrílega de la Eucaristía. Tal cual. Y lo que sobran son datos.

Sí, se ha llegado a esto. Siempre, con mediación de sacerdotes, obispos y demás concursantes, sin los que no serían posibles tales salvajadas. Si comulgan los protestantes, ¡cómo no va a poder comulgar el señor Presi, que se dice católico con pedigrí; y que, además, habrá dejado un buen sobre para la pachamama.

Igual cuando reciban al Presi de la India le dan también de comulgar… Que, oyes, los moros, en algunos sitios dan leche de camella y dátiles: son detallitos de cortesía, o así… ¡Y en Roma no van a ser más zafios, porfa!

Es, ya de modo burdo pero directo -SACRÍLEGO, naturalmente-, el enraizamiento de la “nueva iglesita de los nuevos tiempos", con sus acólitos -y acólitas: que no falten, bien compuestas para las ocasiones-, sus sacerdotes, sus obispos y demás parafernalia, sin lo que no hay ni atisbo de “iglesita"… toda ella bufa, claro: porque no pasa de ahí. Con sus Sacrilegios: pero bufa, lerda, casposa, antigua, desnortada, infame, blasfema, demoníaca… y SIN Dios.

Fijaos lo que dicen los “Dictados de Jesús a Marga”, al respecto:

“Querida hija, niña, escucha: ¡Se han encaramado en lo alto de la Iglesia! ¡Se han encaramado! Y desde allí buscan su perdición: Maestros de ceremonias, expertos en Liturgia, predicadores de masas, se llevan a las masas tras de sí; con don de gentes. ¡Odiosos! ¡Odiosos a mis Ojos! Pero mis ovejas no saben distinguirlos. Y entran y derriban, destrozan todo. La obra que al bien costó años construir, el mal la derriba en un día. ¡Ay, Dios mío! ¡Oh, Dios mío! Que el corazón del hombre corre tras el mal y es lento y perezoso para el bien. ¡Defiéndelo!

El Enemigo Principal se halla encaramado en lo alto de la Iglesia y desde allí la destruye, hijos, la destruye. Envía misiones: aquí, allí. Gobierna. Ataca para destruir a mis fieles. Quiere aniquilarlos.

Mira, hija: ¿Sabes lo que temen?: Una vida pulcra, una vida pulcra es lo que temen. Nada les causa más pavor, nada más temor: la vida recta y pulcra de mis santos. No, no la inteligencia, no la astucia, no el saber estar y ganarse a las gentes, no. Lo que les causa más miedo es la santidad de mis santos. El perdón de los pecados. La vida recta. La falta de orgullo y del afán de sobresalir. La confesión frecuente. La paz y la alegría, la mansedumbre"
(28-5-2004).

Más claro, agua. Esto es ya una realidad, no solo en el corazón de tantas gentes de Iglesia, miembros de la Jerarquía a todos los niveles, sino también en tantísimas Instituciones de la Iglesia, que se han contagiado del virus del Señor del Mundo y han asumido sus máximas -máximas sin Dios, por mundanas- SIN DISCERNIR. O discerniendo: porque quizá es exactamente lo que quieren.

Pero que nadie se engañe: toda ella y todos ellos, no solo están abocados a la desaparición, sino que a sí mismos se constituyen en ¡carne de CONDENACIÓN ETERNA!

Y no lo digo yo, que no soy nadie, ni es mi intención ni mi deseo que se condene nadie: al contrario. Pero es lo que hay: ¡El pecado contra el Espíritu Santo no se perdonará, ni en esta vida ni en la otra!

Lo dice nuestro Dios y Señor. Y lo que Él dice, no solo es la pura Verdad, sino que, además, se cumple inexorablemente.

Amén.

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Que personajes!