💥Almas del purgatorio: se inclinó sobre mí y empezó a golpearme; fue algo terrible

💥EUGENIA von der LEYEN - ALMAS DEL PURGATORIO

16 de Febrero. Me encontré un anciano en el pasillo, me siguió hasta la habitación y desapareció. Los ruidos en mi habitación son siempre los mismos.

18 de Febrero. Vi una mujer en el jardín, todo el tiempo permaneció junto a mí. Se veía muy triste. Cuando quise hablarle desapareció.

19 de Febrero. Vi al hombre nuevamente en el pasillo. No produce miedo.

21 de Febrero. El hombre vino por la noche, parecía muy contento. Mientras oraba permaneció junto a mí, después abrió un cajón del armario, como si estuviera buscando algo.

22 - 23 de Febrero. Estuve muy mal. No escuché nada, ni la música ni los ruidos.

24 de Febrero. Vino el hombre. Así como me aconsejaron hacer la prueba de no responder a nada, así lo hice. Fue algo totalmente extraño: el hombre permaneció inmóvil frente a mí, mirándome fijamente; tuve la sensación de que me extraía todas mis fuerzas. Me sentí debilísima, luego se inclinó sobre mí y empezó a golpearme; fue algo terrible. Quise continuar con la prueba y no me moví. Después lanzó un grito tan fuerte que creí que la casa se derrumbaba, y desapareció. Me encontré tiraba en el suelo, algo me había hecho, ¿Pero qué?. También pudo haber sido que se me hubiera subido la tensión tratando de resistir. De todas formas quiero intentarlo una vez más. El grito lo escuchó mi sobrina, que pensó que había sido yo por algún mal sueño.

25 de Febrero. Encontré al hombre en mi habitación cuando iba a dormir. Fingí no haberlo visto. Mientras recitaba Vísperas me dio un fuerte puñetazo, como cuando alguien está muy furioso. No le hice caso, me fui a dormir y apagué la luz. Lo escuchaba cerca; hacía mucho estruendo en la habitación, encendí la luz. Comenzó a correr por la habitación, luego se me acercó y me dijo: "¿Por qué me resistes?". No quise responder, entonces se arrojó con todas sus fuerzas sobre mí, me agarró fuertemente el cuello y con un espantoso grito desapareció. Creo que ya fue suficiente con estas pruebas, debo volver a responder. Escuché de nuevo la música.

26 de Febrero. Llegó el hombre gritando. Yo: "¿Qué quieres?, ¡Estoy dispuesta a ayudarte!". Él: "¿Por qué no me escuchabas?". Yo: "¡Porque no quiero, ve a otros!". Él: "¡Yo sólo puedo venir a ti!". Yo: "¿Quién eres?". Él: "Rainardo". Yo: "¿Por qué no tienes paz?". Él: "¡He engañado!". Yo: "¿Por qué abriste el armario?". Él: "¡Dinero!". Yo: "¿Cómo te puedo ayudar?". Él: "¡S. Misa! ¡He robado!". Y desapareció.

27 de Febrero. Rainardo estuvo aquí poco tiempo. No habló.

28 de Febrero. Vino Rainardo, ahora ya no siento tanto miedo. Yo: "¿Viviste en este castillo?". Él: "¡No!". Yo: "¿Dónde estás sepultado?". Él: "En Heidelberg". Yo: "¿Por qué vienes a este lugar?". Él: "¡Por causa del dinero estoy retenido aquí!". Yo: "Puedes estar seguro de que haré celebrar la Santa Misa". Se fue. Nadie sabe nada de este Rainardo: pienso que tal vez pudo haber estado aquí como criado, pero por muy poco tiempo.

1 de Marzo. Mucho estruendo. Vi también una figura de mujer en el pasillo. De nuevo la música.

2 de Marzo. Durante el día vi muchas sombras en mi habitación, mucho ruido.

3, 4 y 5 de Marzo. Estuve muy enferma, no vino nadie.

6 de Marzo. Una mujer permaneció conmigo toda la noche. Aún irreconocible. Se veía agitada.

7 de Marzo. Encontré a la mujer en el pasillo. Por la noche un estruendo casi insoportable en la habitación, en el armario, bajo la cama; tengo tanto miedo. Estas cosas me producen más miedo que si viese algo.

8 de Marzo. Una vez más un estruendo casi insoportable; mientras tanto llegó la mujer, su rostro todavía envuelto en niebla.

9 de Marzo. Estaba leyendo en mi habitación. De repente vino una ráfaga de viento y quedó todo repleto de un denso humo. Las puertas y ventanas estaban cerradas. Fue algo horrible. Me agobia mucho la idea de que todo esto siga aumentando. Sin embargo estoy muy contenta porque la sensación de la presencia de Dios me envuelve continuamente*. Me gustaría escapar de todo y permanecer en esta presencia. Si tan sólo pudiese describirla. *Dios sabe pagar muy bien todo lo que se hace por los demás.

*La Princesa tuvo que sufrir mucho con estas apariciones, pero al mismo el buen Dios la iba colmando de gracias, la iba envolviendo cada vez más con su presencia, como veremos más adelante.

Así como exige, también da. Por otra parte, estoy convencida de que esto únicamente puede comprenderlo el alma que lo experimenta. En medio de alguna situación alegre, aquello me viene de repente, lo único que puedo hacer es adorar, y esos segundos me hacen feliz el resto del día. Escribo esto de mala gana, se oye tan fantasioso; lo hago con la certeza de que usted [(su confesor)] me dirá si hay algo errado.

11 de Marzo. La mujer vino tres veces durante la noche. Ahora se reconoce bien. El sufrimiento está como impreso en la pobrecita. Su boca está totalmente hinchada. Mi sobrina la sintió cuando entró a mi habitación. Por el reloj pude comprobar el momento exacto.

12 de Marzo. La vi cinco veces durante el día, siempre como un trapo.

14 de Marzo. Vino como rodeada de fuego. Le dije: "¿Pero dime quién eres?". Ella: "Ermengarda Montfort". Luego se tiró al suelo y empezó a llorar desesperadamente. Sentí tanta lástima que me arrodillé a su lado y le dije: "Haré todo lo que puedo por ti, ¿Deseas algo en particular?". Ella: "Mortificación". Yo: "¿Mortificación en qué?". Ella: "En el cuerpo". Y desapareció. Si yo fuese distinta, cuánto podría ayudar!. Gracias a Dios que ahora los espíritu me enseñan.

15 de Marzo. Ella permaneció largo rato aquí. No es de aquellos espíritus que producen miedo, sólo compasión. Creo que debió haber sido muy bella, solamente su boca está estropeada. No dijo nada. Rezó tranquila.

16 de Marzo. Algunos Religiosos pasaron la noche en el Castillo. Cuando vino Ermengarda le dije: "Ve un momento donde los Padres, que ellos pueden rezar mejor por ti". Ella: "Estuve con ellos, pero no me ven". Yo: "¿Se debe verte para poder ayudarte?". Ella: "¿Das algo a los pobres si ellos no te extienden la mano?". Yo: "¿Viviste aquí?". Ella: "¡No, pero aquí he pecado!". La tristeza que refleja su rostro es incomparable. Después de tanto tiempo he vuelto a escuchar la música.

17 de Marzo. Vino Ermengarda llorando. Le di mi Crucifijo de los moribundos y lo besó, no pude consolarla. Yo: "¿Así de enorme es tu sufrimiento?". Ella: "¡Pero mírame!". Parecía como rodeada de fuego, se fue de inmediato. Volvió al amanecer. Yo: "¿Por qué debes sufrir tanto?". Ella: "¡Por los pecados de la lengua: provoqué divisiones, discordia...!". No entendí el resto. Yo: "¿Realmente te puedo ayudar?". Ella: "Sí". Yo: "Dime, ¿No hay más personas que te puedan ayudar?". Ella: "¡Nunca se acuerdan de mí!". Yo: "¿Cómo me encontraste?". Ella: "He visto a otros venir a ti.". Entonces se me acercó mirándome con ojos suplicantes. Me sentí tan impotente. Desapareció. Aún no sé qué más pueda hacer por ella, pues los vivos también exigen mucho de mí, y lo que puedo dar es tan poco.

19 de Marzo. Vi a Ermengarda cuatro veces durante el día.

Del 20 al 27 de marzo tuve gripe. No vi ni sentí el más mínimo ruido. Descanso absoluto!.

28 de Marzo. Tenía la sensación de que algo había en mi habitación, pero no veía nada. Yo: "¿Ermengarda eres tú?". Ella: "Sí". Yo: "¿Dónde estuviste todo este tiempo?". Ella: "Junto a ti". Yo: "¿Por qué no te podía ver?". Ella: "No podías dar nada". Yo: "¿Pensé demasiado en mí misma?". Ella: "Sí". Después la pude ver. Qué extraordinario, es verdad, me sentía tan agotada que no pensaba en otra cosa más que en esto: "Deseo estar tranquila".

29 de Marzo. Se sentó en mi cama. Nada que temer. Rezamos bastante.

30 de Marzo. Permaneció mucho conmigo durante el día. Le hice bastantes preguntas pero no me contestó a ninguna.

31 de Marzo. Vino totalmente deshecha en lágrimas. Yo: "¿Qué puedo hacer para ayudarte de una buena vez?". Ella: "¡Con el amor!". Yo: "Pero si tengo amor para contigo". Ella: "¡No basta!". Después recé largo rato con ella. No sé qué puedo hacer para tener mayor amor por ella. Hago lo que puedo.

1 - 2 y 3 de Abril. De nuevo enferma, de nuevo nadie.

4 de Abril. La vi casi todo el día: en todas las habitaciones, pasillos y escaleras.

5 de Abril. Se acercó a mi cama con los brazos abiertos. Le di mis manos y le dije: "¿Aún tendrás que seguir viniendo?". Ella: "Dame más". Yo: "¿Qué cosa?". Ella: "La S. Comunión". Desapareció. También esto es extraño porque he estado recibiendo la S. Comunión por mi sobrina enferma.

7 de Abril. Me persiguió todo el día. Se me aparecía en cualquier lugar y a cualquier momento.

8 de Abril. Vino por la noche. Se lanzó sobre mi cama y me abrazó. No sentí miedo, tampoco sabría explicarlo; sin embargo, me extrae mis fuerzas, más que los otros. Aunque podría ser también debido a mi cansancio, ayudando a los enfermos.

9 de Abril. Permaneció tres horas conmigo. Le dije: "Ya te di lo que querías ¿no?". Ella: "Sí". Yo: "¿Ahora te sientes mejor?". Un destello de alegría iluminó su rostro mientras afirmaba con la cabeza. Yo: "Pero dime, ¿Son descendencia tuya? (Los Monfort que aparecen en mi árbol genealógico). Ella: "Sí". Yo: "¿Entonces por eso es que vienes a mí". Ella: "No". Yo: "¿Cómo has hecho para saber que soy de tu descendencia?". Ella: "¡La sangre!". Es algo del todo particular el cómo yo llegué a preguntarle eso, pues es tan distinta de los otros.

11 de Abril. La he visto muchas veces. Por la noche tuve paz.

12 de Abril. Estuvo como volando en mi habitación. Yo: "¿Puedo rezar contigo?". Ella: "Sí". Rezamos bastante, luego me susurró algo al oído, que por desgracia no pude entender!. Parecía hablar en latín, y sonaba como "Ex usuris*", pero no estoy del todo segura. Como fue un largo murmullo pudo haber sido el versículo de un salmo. *"Ex usuris": "Él liberó sus almas de la usura y de la injusticia...". Así dice el Salmo 71, versículo 14.

13 de Abril. Entró a la capilla mientras yo limpiaba las hojas de palma. Le di una y me sonrió.

Mis conversaciones con las almas del purgatorio/ Eugenia von der Leyen