LOS MENSAJEROS DEL TERROR - MARINO RESTREPO. II TIMOTEO 4, 2-5 Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en …More
LOS MENSAJEROS DEL TERROR - MARINO RESTREPO.
II TIMOTEO 4, 2-5
Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades;
apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.
II TIMOTEO 4, 2-5
Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades;
apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.
judithsagu shares this
- Report
Remove share
Marino Restrepo los mensajeros del terror.
Video de marino excelent More
Marino Restrepo los mensajeros del terror.
Video de marino excelent
Video de marino excelent
jesuseselcamino
- Report
Change comment
Remove comment
II TIMOTEO 4, 2-5
Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades;
apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.More
II TIMOTEO 4, 2-5
Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades;
apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.
Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades;
apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.