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Solemne Dedicación de la Parroquia san Josemaría Escrivá en Roma.

Juan Pablo II dedicó la Parroquia de san Josemaría Escrivá, Fundador del Opus Dei

El domingo 10 de marzo de 1996 , los habitantes del barrio Ardeatino de Roma se vistieron de fiesta para dar la bienvenida al Papa Juan Pablo II, que se acercó a este lugar del sur de la ciudad para hacer la Dedicación solemne de su parroquia, que lleva por título Parroquia del Beato Josemaría Escrivá. El Papa llegó a los 8.45 de la mañana. Nada más bajar del coche, fue recibido en el atrio de la iglesia por el Cardenal Camillo Ruini, su Vicario General para la diócesis de Roma; Monseñor Javier Echevarría, Obispo Prelado del Opus Dei; Monseñor Clemente Riva, Obispo Auxiliar de Roma y Monseñor Julián Herranz, Presidente del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos a quienes acompañaba el Párroco, D. Alberlo Ortolani. Antes de entrar en la Parroquia, el Santo Padre recibió el cariñoso saludo de un numeroso grupo de niños que le esperaban en la plaza adyacente a la Iglesia.

LA CEREMONIA
La ceremonia propiamente dicha duró dos horas La mayor parte, ocupada por el rito de la Dedicación. El Papa aprovechó el rico simbolismo de la liturgia para recordar en la homilía la llamada a la Santidad, tantas veces proclamada por el Beato Josemaría. Si con la liturgia de la Dedicación, la Iglesia se transforma en un lugar sagrado -explicó-, los creyentes al recibir el Bautismo se convierten como en un templo habitado por el Espíritu Santo. «Por eso, cada cristiano está llamado a ser santo como lo es el Padre celestial».

VIDA ORDINARIA
«Esta verdad, claramente proclamada por Jesús en el Evangelio, ha sido testimoniada por el Beato Josemaría Escrivá con la vida y la constante enseñanza. Dios nos espera cada día le gustaba repetir- Sabedlo bien: Hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir . Y añadía No hay otro camino hijos míos: o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor o no la encontraremos nunca ».
Juan Pablo II invitó también a los más de 1.300 fieles presentes en la ceremonia, a hacer suyo «el programa -del Fundador del Opus Dei- de vida y de compromiso pastoral: el de vivir tendiendo hacia la santidad y hacer comprender a cada persona con quien os encontréis, hombre o mujer, que está llamada a la plena comunicación con Dios». El Papa terminó alentando a los parroquianos en su compromiso evangelizador y manifestó su deseo de que, «mientras participa en el esfuerzo apostólico y misionero de toda la diócesis para la misión ciudadana en vista del Gran Jubileo del 2000, vuestro celo crezca cada vez más, y lo hagan propio muchos habitantes del barrio».

AGRADECIMIENTO
Antes de concluir la Misa, el Prelado del Opus Dei dirigió al Santo Padre unas palabras de agradecimiento en nombre de todos los presentes. Recordó que dentro de pocas se- manas se cumplirán 50 años desde que el Beato Josemaría se trasladó a Roma«con el afán de romanizar el Opus Dei -esta era la expresión que solía emplear-, para mejor servir a la Iglesia y al Papa: anhelo que da razón de toda su vida, y que desde el principio trasmitió a los fieles de la Prelatura del Opus Dei». En el momento de la despedida, ya fuera de la Parroquia, el Papa dijo: «Siempre que me encuentro con personas del Opus Dei, me dicen que rezan mucho por mí. Pues yo os lo digo ahora: rezad mucho por mí!».

HISTORIA
La historia de la Parroquia, que entra dentro del proyecto de dotar de 50 nuevas Iglesias a la ciudad de Roma para el año 2000, se remonta al 17 de mayo de 1992, cuando con ocasión de la Beatificación del Fundador del Opus Dei, el entonces Obispo Prelado de la Obra, Monseñor Alvaro del Portillo, ofreció al Papa como don la construcción de una Iglesia en Roma dedicada al Beato Josemaría Escrivá. La Iglesia se construiría sobre un terreno de propiedad del Vicariato de Roma con la aportación de personas de más de 60 países de todo el mundo.
En el complejo parroquial, localizado en un barrio de reciente creación, cerca del EUR, donde según la tradición sufrió martirio el Apóstol Pablo, viven 2.500 familias, en su mayoría jóvenes, de clase media y baja, que forman en total unas 8.000 personas.
La labor pastoral se inició en 1993, en un prefabricado, y el 18 de abril de 1994 comenzaron los trabajos de construcción de la sede definitiva. La ceremonia de la primera piedra, presidida por el Cardenal Ruini, tuvo lugar el 15 de mayo del mismo año. La Iglesia tiene una superficie de 800 metros cuadrados, a los que se suma una gran tribuna. Cuenta con 480 asientos. La arquitectura del edificio está inspirada en la tradición de las basílicas romanas, tanto en lo que se refiere a la forma (pórtico y atrio) como a los materiales y los colores (ladrillo, travertino). En el interior se encuentra el retablo de casi 50 metros cuadrados, obra del pintor Armando Pareja. Está constituido por ocho telas, que representan el misterio de la Trinidad, varias escenas del Evangelio y la figura del Beato Escrivá. El mosaico que adorna la capilla lateral la ha realizado el taller Cassio, sobre un diseño del pintor Salvador Pérez. En la parte exterior hay dos bajorrelieves, uno sobre la Sagrada Familia y otro de un ángel protector en la torre del campanario.
El Santo Padre pronunció la siguiente Homilía....
1. «El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo» (Rm 5,5). Estas palabras del apóstol Pablo, tomadas de la carta a los Romanos, nos introducen en la perspectiva de los acontecimientos pascuales. En efecto, el Espíritu Santo nos ha sido dado en virtud del sacrificio de Cristo: «Siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros» (Rm 5, 8). Su muerte redentora abrió en el hombre un espacio interior, preparando la venida del Espíritu Santo, que él enviaría.
De este modo, la liturgia de hoy orienta nuestra mirada no sólo hacia la Pascua, sino también más allá: hasta el día de Pentecostés, cuando reviviremos el evento de la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en el cenáculo.
Este año, además, la solemnidad de Pentecostés en Roma tendrá una particular relevancia, ya que marcará el comienzo de la gran misión ciudadana como preparación para el jubileo del año 2000. Se trata de una ocasión propicia, de un tiempo de gracia ofrecido a la comunidad cristiana y a toda la ciudad, a fin de que redescubran los valores evangélicos y se preparen para entrar renovadas espiritual y socialmente en el tercer milenio.
2. San Pablo, en la segunda lectura que acabamos de proclamar, escribe que el amor de Dios ha sido «derramado» en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Es significativo el hecho de que la obra del Espíritu Santo se compare con el don del agua (cf. Dominum et vivificantem, 1-2). Esta imagen trae a la memoria, ante todo, el episodio del libro del Éxodo, que nos recordó la primera lectura. Cansado de sufrir en el desierto a causa de la sed, Israel comenzó a murmurar. Dios ordenó a Moisés que golpeara con su cayado la peña, y de ésta brotó agua, de modo que los israelitas pudieron saciar su sed (cf. Ex 17, 3-6).
En el Salmo responsorial hemos recordado ese lugar, que Moisés llamó Massá y Meribá, en memoria del gran prodigio que realizó el Señor. «No endurezcáis el corazón -dice Dios- como en Meribá, como el día de Massá en el desierto cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron» (Sal 94, 8-9). Es el texto biblico que se reza diariamente en la liturgia de las Horas.
3. El pasaje del evangelio según San Juan hace referencia a la analogía entre la obra del Espíritu Santo y el don del agua. EI simbolismo se desarrolla en el coloquio, que tiene lugar cerca del pozo de Sicar, entre la samaritana y Jesús, que le pide un poco de agua: «Dame de beber» (Jn 4, 7). La mujer se extraña, porque el que pide es un judío, y los judíos no mantenían buenas relaciones con los samaritanos. (cf. Jn 4, 9).
Pero Cristo responde: Si conocieras el don de Dios, y supieses quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva» (Jn 4, 10).
La samaritana se queda sorprendida por estas palabras. Qué es el agua viva? Jesús mismo precisa: "E1 que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna" (Jn 4, 14). Él habla del «agua viva» es decir, del amor de Dios que el Espíritu Santo ha derramado en nuestros corazones. Se trata del amor di vino que, en el hombre, se transforma en surtidor de vida eterna, capaz de saciar todos sus deseos íntimos, no sólo temporales, sino también y sobre todo, eternos.
4- Amadísimos hermanos y hermanas de la parroquia del Beato Josemaría Escrivá, me alegra encontrarme entre vosotros hoy, con ocasión de la dedicación solemne de vuestra nueva iglesia parroquial. Saludo al cardenal vicario, al obispo auxiliar del sector, al párroco don Alberto Ortolani, y a los sacerdotes que colaboran con él en las diversas actividades pastorales. Dirijo un saludo agradecido a Monseñor Javier Echevarría Rodríguez, prelado del Opus Dei, y a todos los que han hecho posible la construcción de esta nueva iglesia, que esperabais desde el día en que fue constituida vuestra parroquia.
Saludo con afecto a los diversos grupos de niños, jóvenes y adultos comprometidos, en diversos niveles, en la catequesis, así como a todos los que participan en las actividades parroquiales de Cáritas, del Oratorio y de los scout.
Damos gracias al Señor, porque tenemos la alegría de inaugurar esta iglesia, que constituye un lugar privilegiado de congregación humana, además de cristiana, teniendo en cuenta que en el barrio faltan incluso los servicios esenciales y las estructuras idóneas para favorecer el encuentro y el conocimiento entre los habitantes. Quiera Dios que este templo sea cada vez más el lugar de la oración y del encuentro, de la …
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La Obra.
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La Obra.

San Josemaria
EsterMes
🤗 Gracias por publicar este video!! San Josemaría Ruega por nosotros!