Lo que hizo este concejal merece mucho más que un “me gusta”

¿Es posible “tocar el corazón” con simples palabras?
La pequeña vive junto a sus hermanos y su madre en una choza humilde de una localidad paraguaya. Las condiciones del lugar son muy precarias y cuando hace frío las noches se convierten en un verdadero calvario.
Ladridos de perros, cosas tiradas, caminos sin pavimentar. Todo esto, y más, forma parte del diario vivir de esta niña y el de su familia, cuya madre al ser soltera tiene la enorme misión de velar de forma solitaria por el bienestar de los suyos.
La llegada de “Juancho” le cambió la vida a esta familia. Este hombre, Juan Silvino Acosta, es un concejal local, uno de esos políticos que no suelen aparecer en las primeras planas de los periódicos. Sin embargo, su gesto y actitud son dignos del mejor “me gusta” en las redes sociales.
“Vos sos la persona que yo le pido a Dios todos los días para que llegue a mi casa”, le dijo la pequeña de siete años a este hombre que se había acercado al lugar para conocer de primera mano, a través de la solicitud de una vecina, la realidad de las personas que ahí habitan.
Pero lo que hasta ese momento parecía una más de las habituales visitas de rutina, habida cuenta del trabajo de este hombre, se transformó repentinamente. Las palabras de la pequeña lo conmovieron y le “tocaron el corazón”, tal cual reconoció.
En ese instante –quizás- toda la vida se le cruzó por la mente en un lapso de breves segundos. Quizás haya recordado que su madre también era una persona humilde y dedicada, a pesar de los pesares, al trabajo con niños de la calle. Nadie sabe a ciencia cierta qué le sucedió internamente.
Sin embargo, lo que sí se pudo constatar es que aquellas palabras lo llevaron a la acción. Lo primero que hizo en el momento fue decir que en un lapso de 15 días volvería para ayudar debido a que no tenía dinero encima.
“En realidad me atrasé un poco y volví en 25 días, en ese tiempo hice todo el presupuesto y la obra costaría unos 30 millones de guaraníes (algo más de 5.000 dólares), entonces decidí construir yo de mi salario la casa para los pequeños y su mami”, contó el concejal a Crónicas de Paraguay.
Este hombre donó su sueldo para construir la casa de esta familia necesitada. Quizás éste sea el titular más apropiado para una historia en apariencia bonita para compartir entre los contactos. Pero también conlleva valorar que este hombre pudo reconocer el rostro de la pobreza, algo que en definitiva lo “hizo sentir realizado”, como señaló.
Y el rostro de la pobreza lo interpeló en la fibra más íntima. Y este rostro no se calló, expresó su necesidad. Pero también antes rezó y confió. Pues era “Juancho” la persona que tanto había pedido esta pequeña a Dios en oración para que llegara a su rescate y al de los suyos en medio, quizás, de una de esas noches largas, tristes y frías.
Si esta historia “tocó tu corazón” también la puedes compartir, pero no como mera frivolidad, sino para que otros, al igual que tú, vean que el rostro de la pobreza también puede interpelar en cualquier circunstancia y lugar.


es.aleteia.org/…/lo-que-hizo-est…
Aurora-jardindelalma
😇 😇
Aurora-jardindelalma
✍️ ✍️
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Aurora-jardindelalma
👏
Aurora-jardindelalma
Dios bendiga a Juancho y a todas las personas que de una forma u otra son solidarios con los demás.
Laura Arcadia
Si esta historia “tocó tu corazón” también la puedes compartir, pero no como mera frivolidad, sino para que otros, al igual que tú, vean que el rostro de la pobreza también puede interpelar en cualquier circunstancia y lugar. 😇
Cecilia Argentina
Gracias, Marcelino.
Cecilia Argentina
“Vos sos la persona que yo le pido a Dios todos los días para que llegue a mi casa”, le dijo la pequeña de siete años a este hombre que se había acercado al lugar para conocer de primera mano, a través de la solicitud de una vecina, la realidad de las personas que ahí habitan.
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Cecilia Argentina
Y el rostro de la pobreza lo interpeló en la fibra más íntima. Y este rostro no se calló, expresó su necesidad. Pero también antes rezó y confió. Pues era “Juancho” la persona que tanto había pedido esta pequeña a Dios en oración para que llegara a su rescate y al de los suyos en medio, quizás, de una de esas noches largas, tristes y frías.
Darisa shares this
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Excelente
Marcelino Champagnat
Y el rostro de la pobreza lo interpeló en la fibra más íntima. Y este rostro no se calló, expresó su necesidad. Pero también antes rezó y confió. Pues era “Juancho” la persona que tanto había pedido esta pequeña a Dios en oración para que llegara a su rescate y al de los suyos en medio, quizás, de una de esas noches largas, tristes y frías.
Marcelino Champagnat
“Vos sos la persona que yo le pido a Dios todos los días para que llegue a mi casa”, le dijo la pequeña de siete años a este hombre que se había acercado al lugar para conocer de primera mano, a través de la solicitud de una vecina, la realidad de las personas que ahí habitan.