30 de mayo.- Santa Juana de Arco.

Hoy se celebra en la Iglesia a Santa Juana de Arco, una pequeña campesina amada por Dios, nuestra gran doncella de Orleans, quien intercedió con la ayuda de San Miguel Arcángel a salvar a toda una nación, dirigiendo el ejército de Francia a la victoria.

Santa Juana fue mártir, juzgada injustamente por herejía y enviada a la hoguera. Murió rezando y su mayor consuelo era mirar el crucifijo que un religioso le presentaba y encomendarse a Nuestro Señor. Invocaba al Arcángel San Miguel, al cual siempre le había tenido gran devoción y pronunciando por tres veces el nombre de Jesús, entregó su espíritu.

El Papa Calixto III ordenó verificar el juicio de la Santa, con esto, proclamó su inocencia de herejía y declaró en cambio herejes a los jueces que la condenaron a muerte.

Santa Juana de Arco, modelo de valentía y pureza; ¡ruega por nosotros!

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