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EDGARIUS
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23 Marzo 2018-Viernes 5º Cuaresma-Jn 10, 31-42-¿Blasfemia o envidia? EVANGELIO DEL VIERNES 5º DE CUARESMA, 23 DE MARZO 2018-CICLO B: Jn 10, 31-42: «¿BLASFEMIA O ENVIDIA?». A veces me encuentro con …Más
23 Marzo 2018-Viernes 5º Cuaresma-Jn 10, 31-42-¿Blasfemia o envidia?

EVANGELIO DEL VIERNES 5º DE CUARESMA, 23 DE MARZO 2018-CICLO B: Jn 10, 31-42: «¿BLASFEMIA O ENVIDIA?». A veces me encuentro con personas que me dicen: ¡Vaya pedradas nos tira, padre! Pero en realidad más bien es Papá Dios que nos tira las pedradas. ¡Es interesante constatar cómo cuando uno habla a la gente, cada uno escucha o se queda con algo diferente! Nos toca ser meros instrumentos, y Dios hace su obra en cada uno. ¿Por qué estos judíos se empeñaban en querer acabar con Jesús y apedrearlo? Es una pregunta que te haces tú, que me hago yo y que Jesús mismo les hace directamente a los que querían apedrearlo. Jesús, citándoles la Escritura, les hace ver que a nadie se debe sentenciar sin ante haberlo juzgado. Y es por las obras que se juzga a las personas, como Jesús continúa defendiendo. ¿Por cuál de las obras buenas me juzgan? Jesús sólo había hecho obras buenas, porque esa era la misión que Papá Dios le había encomendado. Pero los judíos se vuelven tan ciegos que aún viendo las obras buenas, terminan desconociéndolas. Así es muchas veces el corazón humano, cuando se deja llevar por prejuicios o por otros intereses al margen de la verdad. Por eso a estos hombres sólo les interesa juzgarlo PORQUE HA BLASFEMADO. Si así es, ¿cuál es la blasfemia de Jesús? Lo acusan de que se las da de Dios... Pero si Jesús se las diera de Dios, más bien había que juzgarlo como loco, como fanático y ahí quedaría todo. En realidad, ni siquiera había que hacerle caso. Y yo creo que nadie lo seguiría... Aquí, pues hay algo más. Y aquí está lo interesante: Jesús no es que se las dé de Dios, sino el gran misterio es que realmente lo es, aunque lo que vemos es un hombre. ¡Y ahí está la maravilla, que muchos no logran ver! Pero al fin y al cabo, termina como todas las cosas siendo un problema de corazón. Pero, precisamente porque es Dios tiene tantos seguidores. Y por eso, porque tiene tantos seguidores es porque a estos fariseos o judíos especiales les dolía que Jesús les estuviera quitando el trabajo. Aquí está la razón de fondo para apedrearlo. Pensemos bien que siempre se dan hombres que les gusta que les llamen maestros, darse el paquetazo. Pero Jesús no es de esos. Y ahí ya tenemos una buena lección para imitar. Aprendamos de Jesús, que siendo Dios, mantiene una humilde y sencilla postura y no anda buscando aplausos humanos, ni usa su propio poder, para su propio provecho. Pero, los que le querían apedrear y que sí les interesaban las apariencias y los aplausos humanos se llenan de celos y envidia, hasta ofuscar su corazón para buscar apedrearlo y condenarlo. JESÚS ES ADEMÁS UN BUEN ABOGADO, y se defiende por sí sólo. Si la Escritura dice que no hay que sentenciar a nadie sin antes juzgarlo, salta entonces la autodefensa: ¿Por cuál de mis obras me juzgan? Y si la Escritura misma dice que "dioses" son llamados a los que Dios les dirige su Palabra, y la siguen: ese es el caso de los profetas, y, si nos quedamos en el campo simplemente humano, ése también es el caso de Jesús que es fiel cumplidor de lo que Papá Dios le pide. ¡Cuánto ejemplo para nosotros que nos toca buscar más ser seguidores de Dios y de su Voluntad, en vez de andar con envidias o con condenas injustas! Sólo así podremos también nosotros ser llamados hijos de Dios. Y Jesús continúa su autodefensa, argumentando que si no eran capaces de creer a sus palabras, sus obras daban por si mismas testimonio de Dios. ¡Los milagros son el dedo de Dios, su presencia actuando en la vida de los hombres! En otras circunstancias ya habían reconocido que nadie era capaz de hacer las obras que Jesús hacía si Dios no estaba con él. Pero, el misterio que ciega la libertad aparece en estas líneas del Evangelio. No me pregunten por qué el hombre actúa así, a pesar de ver la verdad y claridad de los milagros... La ceguera humana no deja de ser un misterio para el mismo hombre, según aquello de que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Y yo pido para que no seamos ni yo tampoco llegue a ser tan tapado de corazón que no le abra mi alma a Dios, a pesar de las evidencias de su presencia. Parecería que aquí acaba todo. Y sin embargo, Jesús se fue de ahí al otro lado del Jordán. AHÍ CREYERON EN JESÚS. Y nos dice por qué creyeron: porque todo lo que Juan Bautista predijo de Jesús era verdad y se cumplió en Jesús. El testimonio de Juan es válido para demostrar que Jesús es Dios. Para terminar, yo te invito a no ser envidioso, ni querer acusar a Jesús de blasfemo porque no toleras que Él sea más grande que tú. Dejemos que Jesús sea el Jefe de nuestras vidas. Así llegaremos a la casa del Padre. Un abrazo en el Señor, P. Salvador Gómez, L.C. PONGO MI LINK DE FACEBOOK, por si alguno quiere hacer algún comentario o quiere contactarme: www.facebook.com/FRSGG/