No entiendo que se permita la distribución de imágenes y oraciones mientras se niega la veracidad de esas apariciones.
Su fuera una aparición falsa o simplemente no reconocida "por ahora" no se permitiría su culto, y si se permite el culto es que se acepta implícitamente la autenticidad.

Esto es como decir "Es un secreto a voces, pero sigue siendo secreto".

Esto me desconcierta y perturba...¿el alcalde laicista de una república es el que quiere preservar la iglesia -que es de titularidad laica/ estatal- y es el obispo católico el que quería llevar a concurso la construcción de una iglesia nueva y "fashion" (no teniendo autoridad ni poder decisorio sobre un edificio arrebatado por la deamortización laicista como pasa en España) ? Jo, como está el patio...