Por supuesto, cuenta con mis oraciones.

Dios te bendiga!!

Gracias, Marijesu!!
Una vez más queda evidenciado, lo importante de descubrir cuál es la vocación en la cual el Señor nos llama a santificarnos. Cuando se descubre y se elige, se es feliz. Porque aún en medio de los sufrimientos y adversidades, podemos sonreir y estar felices porque todo se ve y se vive bajo la perspectiva de la Santa Voluntad del Señor.

Cuando aunque no gustamos de hacer algo, cuando lo hacemos en obediencia y porque el Señor lo quiere y lo que deseamos es agradarle a Él, entonces, el disgusto se convierte en alegría y satisfacción porque le estamos dando gloria a Él.

Por otro lado, todos estamos llamados a tener esa intimidad con el Señor. Pido a la beata Isabel de la Trinidad que me alcance del Señor esta gracia, que siempre he sentido pero que no he logrado alcanzar.

Ella alcanza un grado tan alto de santidad, que ya lo terreno no le atrae, solo quiere estar unida a la Santísima Trinidad. Ojalá podamos muchos de nosotros desapegarnos de todo lo que nos impide, estar más unidos al Señor y menos distraídos.

Wow!! Muchas gracias, Maryjesu primero por brindarme tu amistad y en segundo lugar, por compartir conmigo esta hermosa y aleccionadora canción con esos bellos paisajes. El Señor te siga colmando de abundantes bendiciones. El Espíritu Santo ha sido quien te ha guiado a enviarme esta canción. Es cierto, solo me basta la gracia del Señor!!

Dios te pague!!

Conmovedora historia. Recemos por todos los misioneros del mundo para que puedan seguir llevando el amor de Dios a los más necesitados y continuar dibujando sonrisas en los corazones heridos y maltratados.

Gracias por compartir este video. Cuando rezo el Santo Rosario siempre la invoco y mi amado Juan Pablo II. Ah, no sé si sabes que la canción de fondo (melodía) de este video, "Tu has venido a la orilla", era la canción preferida del beato Juan Pablo II.

Gracias de nuevo.

Gracias por escribir este artículo pues el Señor le ha usado como instrumento para hablarme y decirme que NO ME QUEJE y acepte sus designios para mí. Anoche le peleaba y reclamaba y le decía: "hasta cuándo, Señor?"

Le reitero las gracias!.