UE Polonia: Vuelven los métodos comunistas
- El sacerdote fue detenido por policías encapuchados y condenado inmediatamente a tres meses de detención provisional.
- Olszewski sigue en prisión, donde permanecerá al menos hasta septiembre, y aún no hay cargos concretos contra él.
- Se ha abierto un caso contra la Fundación Profeto, de la que Olszewski es presidente.
- La fundación católica dirige un gran centro, 45 habitaciones, 24 horas al día, para niños y mujeres, víctimas de la violencia, procedentes de toda Polonia.
- El objetivo de la persecución es quitarle el centro a Profeto y dárselo a un grupo afín a la UE.
- Entre las acusaciones generales contra Olszewski figuran "delitos administrativos y de gestión", "abuso de poder por parte de un funcionario público" y "causar daños en transacciones comerciales". La pena máxima es de 10 años de prisión.
- La principal acusación de la fiscalía es que la Fundación Profeto participó en un concurso para obtener una subvención del Ministerio de Justicia para construir el mayor centro de ayuda a las víctimas de delitos de Polonia.
- La fiscalía alega que la fundación "no debería haber participado" porque tenía "muy poca experiencia" en la gestión de este tipo de centros, aunque ninguna organización polaca contaba con dicha experiencia, ya que se trataba del primer proyecto de este tipo en el país.
- Los fiscales también afirman que la Fundación Profeto no debería haber ganado el concurso porque otras organizaciones participantes tenían "ofertas mejores y más ventajosas", una afirmación que no está respaldada por los documentos del concurso.
- Los fiscales acusan incluso a Olszewski de haber causado daños al erario público al ganar el concurso (sic).
- Doce horas después de la detención, de camino a la prisión de Varsovia, los agentes se detuvieron en una gran gasolinera con sirenas para llevar a Olszewski al servicio, y luego pidieron perritos calientes para ellos pero no para su víctima esposada, a la que expusieron a los presentes, que fotografiaron la escena.
- Al padre Olszewski no se le permitió ver a un abogado durante las primeras 24 horas posteriores a su detención. "Es la primera vez que me ocurre algo así", dijo su abogado, Krzysztof Wąsowski.
- Anteriormente, la fiscalía había querido interrogar al abogado "como testigo" porque había trabajado con Profeto durante años. Interrogar a un abogado defensor "como testigo" es ilegal.
- La fiscalía hizo todo lo posible para impedir que el abogado viera los expedientes del caso.
- Tras llegar a la cárcel, un guardia le dijo: "Bienvenido al infierno".
- Tuvo su primera comida después de 60 horas, cuando su abogado le llevó un paquete de su hermano en el tribunal.
- Olszewski fue privado de la posibilidad de ir al baño y durante las dos primeras semanas fue despertado a todas horas de la noche por un despertador y una luz, métodos utilizados para los "terroristas".
- En su celda, rogó a los agentes que le dieran un poco de agua del grifo: le trajeron agua en la botella que había en la celda. Por la mañana, cuando pidió que le llevaran al baño, le dijeron: "Mea en la botella".
- Había una cámara en la celda, Olszewski siempre estaba esposado fuera de la celda. Se le mantiene en régimen de aislamiento.
- Le desnudan cada vez que le inspeccionan, cuando pasa de un pabellón a otro, por ejemplo cuando va a la capilla.
- Ni siquiera los funcionarios de prisiones entienden por qué el sacerdote es sometido a detenciones y restricciones tan brutales.
- El sacerdote empezó a sufrir claustrofobia y depresión.
- Los agentes se alegraron mucho al ver que la noticia de su detención era ampliamente difundida por los medios de comunicación del régimen.
- Por ejemplo: Los medios del régimen mintieron diciendo que Olszewski había sido detenido "en un hotel" o "en un SPA" mientras se encontraba en casa de la familia de uno de los empleados de Radio Profeto, que pertenece a la Fundación Profeto.
- Como en la época comunista, la detención del padre Olszewski fue preparada por los medios de comunicación del régimen con una campaña de difamación.
- Dos empleadas del Ministerio de Justicia implicadas en el mismo caso se encuentran en una situación similar a la del padre Olszewski. Ambas tienen familia.
Traducción IA
