En cuanto a la Vigilia Pascual y al Domingo de la Divina Misericordia y en contra de los anuncios oficiales, Francisco no presidió la Eucaristía de Pentecostés.
La Eucaristía fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re. Francisco se sentó a un lado con su ropa de calle.
“Corremos el riesgo de convertir la fe en una pieza de museo, esto es un riesgo real. El Espíritu Santo, en cambio, la actualiza. Porque el Espíritu Santo no se ata a épocas o modas pasajeras”, dijo mientras insistía con el obsoleto Vaticano II y luchaba contra el intemporal Rito Romano y las enseñanzas del Evangelio.
Durante la Consagración, la cámara enfocó brevemente a Francisco. Estaba de pie frente a su silla blanca con los ojos cerrados. Esta vez NO levantó la mano para copresidir.
Sin embargo, es poco probable que haya presidido su propia Eucaristía en la solemnidad de hoy.
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