Sexta +

Miércoles, XI semana del Tiempo Ordinario, feria

Hora Intermedia (Sexta)

Inicio


(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/.
-Dios mío, ven en mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya

Himno

Solo desde el amor
la libertad germina,
sólo desde la fe
van creciéndole alas.
Desde el cimiento mismo
del corazón despierto,
desde la fuente clara
de las verdades últimas.
Ver al hombre y al mundo
con la mirada limpia
y el corazón cercano,
desde el solar del alma.
Tarea y aventura:
entregarme del todo,
ofrecer lo que llevo,
gozo y misericordia.
Aceite derramado
para que el carro ruede
sin quejas egoístas,
chirriando desajustes.
Soñar, amar, servir,
y esperar que me llames,
tú, Señor, que me miras,
tú que sabes mi nombre.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo. Amén.
Salmodia

Salmo 122: El Señor, esperanza del pueblo

Ant: Tú que habitas en el cielo, ten misericordia de nosotros.
Dos ciegos... se pusieron a gritar: «¡Ten compasión de nosotros, Señor, Hijo de David!» (Mt 20,30)
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Tú que habitas en el cielo, ten misericordia de nosotros.
Salmo 123: Nuestro auxilio es el nombre del Señor

Ant: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Dijo el Señor a Pablo: «No temas..., que yo estoy contigo» (Hch 18,9.10)
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
-que lo diga Israel-,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor, que no nos entregó
en presa a sus dientes;
hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Salmo 124: El Señor vela por su pueblo

Ant: El Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre.
Paz sobre el Israel de Dios (Ga 6,16)
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.
Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.
No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.
Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: El Señor rodea a su pueblo ahora y por siempre.
Lectura Bíblica

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
1Co 13,8-9.13
El amor no pasa nunca. ¿El don de profecía?, se acabará, ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; en una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor, estas tres. La más grande es el amor.
V/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros.
R/. Como lo esperamos de ti.
Final

Oremos:
Dios todopoderoso y lleno de amor, que, a la mitad de nuestra jornada, concedes un descanso a nuestra fatiga, contempla complacido el trabajo que hoy hemos empezado, remedia nuestras deficiencias y haz que nuestras obras te sean agradables. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

(se hace la señal de la cruz mientras se dice:)

V/.
Bendigamos al Señor.
R/. Demos gracias a Dios.