En mayo, el cardenal Gerhard Ludwig Müller, el ahora despedido prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, proporcionó a la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX) condiciones para un acuerdo con Roma. Esas condiciones fueron aprobadas por el papa Francisco el 20 de mayo. La sede central de la FSSPX envió una carta de Müller a sus sacerdotes, escribe medias-catholique.info.
Las condiciones piden una “aceptación explícita de las enseñanzas del Concilio Vaticano II y las del período posterior al Concilio”, según sus grados requeridos de adhesión.
Además, la FSSPX tiene que reconocer no sólo la validez, sino también la “legitimidad” del Nuevo Rito de la Misa y de los Sacramentos.
Esto significa que Francisco y Müller han detenido un acuerdo, porque saben que la FSSPX no puede cumplir esas condiciones.
Imagen: Bernard Fellay, © Wikipedia, CC BY-SA, #newsCflayfjmqr