DÍA DE TODOS LOS SANTOS QUE ESTÁN EN LOS ALTARES Y FUERA DE LOS ALTARES Las tribulaciones de este mundo se reflejan en Job, que las vivió sin queja alguna. Nosotros pasamos iguales tribulaciones y nos …Más
DÍA DE TODOS LOS SANTOS QUE ESTÁN EN LOS ALTARES Y FUERA DE LOS ALTARES
Las tribulaciones de este mundo se reflejan en Job, que las vivió sin queja alguna.
Nosotros pasamos iguales tribulaciones y nos manda el Espíritu Santo a mantenernos firmes.
Jesús cargó las tribulaciones de la humanidad como consecuencia de los pecados.
El número mil significa muchos, multitud, y 144 se refiere a 12 del Antiguo Testamento y 12 del Nuevo Testamento que multiplicado da 144 mil que significa que el número es incontable.
La generación de la bendición es la que busca el rostro del Señor.
Sintámonos dichosos por ser católicos en gracia del Señor quien gradualmente nos va llevando de la mano a su Reino.
La generación que confía en el Señor es la que busca al Señor y será sostenido en todas las tribulaciones.
El amor de Dios es tan inmenso que nos llama hijos de ÉL y nos ama tanto que sólo quiere regalarnos lo mejor para cada uno de nosotros.
El Señor nos muestra el Reino de los cielos con sus bienaventuranzas y bendiciones para los bienaventurados.
Su promesa es que seremos felices si es que nos duele la injusticia contra nuestra Iglesia, contra el Papa, contra los pobres, los explotados, etc.
Muchas cosas regala Dios a los Bienaventurados.
Las tribulaciones de este mundo se reflejan en Job, que las vivió sin queja alguna.
Nosotros pasamos iguales tribulaciones y nos manda el Espíritu Santo a mantenernos firmes.
Jesús cargó las tribulaciones de la humanidad como consecuencia de los pecados.
El número mil significa muchos, multitud, y 144 se refiere a 12 del Antiguo Testamento y 12 del Nuevo Testamento que multiplicado da 144 mil que significa que el número es incontable.
La generación de la bendición es la que busca el rostro del Señor.
Sintámonos dichosos por ser católicos en gracia del Señor quien gradualmente nos va llevando de la mano a su Reino.
La generación que confía en el Señor es la que busca al Señor y será sostenido en todas las tribulaciones.
El amor de Dios es tan inmenso que nos llama hijos de ÉL y nos ama tanto que sólo quiere regalarnos lo mejor para cada uno de nosotros.
El Señor nos muestra el Reino de los cielos con sus bienaventuranzas y bendiciones para los bienaventurados.
Su promesa es que seremos felices si es que nos duele la injusticia contra nuestra Iglesia, contra el Papa, contra los pobres, los explotados, etc.
Muchas cosas regala Dios a los Bienaventurados.