Angelo Lopez
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La invocación del nombre de Jesús

Hoy a las 10:AM En La Sala con Jesús por Radio Luz de Cristo.
Santiago 4,13-17: Debéis decir: «si el Señor lo quiere». ¿Quiénes somos nosotros para disponer de nuestra vida, como si fuera nuestra propia, y no de Dios? A esa lectura de Santiago le conviene bien el Salmo 48, que en tono sapiencial medita sobre la suerte de ricos y pobres a la luz del común destino: la muerte. Ante lo provisional de la vida, lo más cuerdo es adherirnos a la voluntad de Dios con toda confianza: «Oíd esto, todas las naciones, escuchadlo, habitantes del orbe; plebeyos y nobles, ricos y pobres. ¿Por qué habré de temer los días aciagos, cuando se acerquen y acechen los malvados que confían en su opulencia y se jactan de sus inmensas riquezas? ¿Si nadie puede salvarse ni dar a Dios un rescate? Es tan caro el rescate de la vida, que nunca bastará para vivir perpetuamente, sin bajar a la fosa. Mirad: los sabios mueren lo mismo que perecen los ignorantes y necios, y legan sus riquezas a extraños.
Marcos 9,37-39: El que no está contra nosotros está a nuestro favor. El seguir a Jesucristo y cumplir la misión que nos encomienda no da ningún derecho a privilegio alguno. No podemos apropiarnos el Evangelio con criterios partidistas, ni mirando propios intereses humanos. Nuestra entrega al mensaje salvífico de Cristo ha de brotar de un amor puro a su persona, a su obra y a las almas, a las que procuramos que llegue por todos los medios a nuestro alcance, buscando su plena incorporación a la Iglesia de Jesucristo y su salvación.

Hemos de tener amplitud de miras en toda obra apostólica. Hemos de vivir fraternalmente unidos, y desear que sean muchos los que trabajen en el apostolado de la Iglesia. Sería absurdo tirar piedras al propio tejado. Hemos de alegrarnos del éxito de todas las empresas apostólicas de la Iglesia.

Esto y más hoy En la Sala Con Jesús por www.radioluzdecristo.org