Jesuitas de Georgetown ignoraron el Magisterio de la Iglesia – y se convirtieron en directores de esclavos
En 1838 la Universidad jesuita de Georgetown, en Washington D.C., vendió los 272 esclavos negros que poseía a plantaciones en Louisiana.
El padre Cornelius Buckley S.J. escribió el 9 de noviembre en el sitio web CrisisMagazine.com que la arquidiócesis de Baltimore participó en las ganancias que ayudaron a calmar su enemistad con los jesuitas.
El negocio de esclavos de los jesuitas contradecía la enseñanza de la Iglesia. Pablo III, el Papa que aprobó la regla de [san] Ignacio de Loyola, condenó la esclavitud en 1537.
Sin embargo, pocas personas pusieron atención. A causa de la insistencia de los jesuitas en Paraguay, donde España esclavizaba a la población nativa, el papa Urbano VIII reforzó la prohibición en 1639. Menos de cincuenta años después, los jesuitas de Maryland poseían esclavos.
Para ser justos, Buckley señala que los esclavos, no solamente los que poseían los jesuitas, eran mejor tratados que los trabajadores irlandeses en el Canal de Erie.
La conclusión de Buckley es que “es importante ver que la desobediencia a la enseñanza papal fue el punto de partida del que Georgetown y otras universidades jesuitas en Estados Unidos trazaron su curso”.
Imagen: Georgetown University, © Hoyer2009, wikicommons CC BY-SA, #newsIvqzchhhmb
El padre Cornelius Buckley S.J. escribió el 9 de noviembre en el sitio web CrisisMagazine.com que la arquidiócesis de Baltimore participó en las ganancias que ayudaron a calmar su enemistad con los jesuitas.
El negocio de esclavos de los jesuitas contradecía la enseñanza de la Iglesia. Pablo III, el Papa que aprobó la regla de [san] Ignacio de Loyola, condenó la esclavitud en 1537.
Sin embargo, pocas personas pusieron atención. A causa de la insistencia de los jesuitas en Paraguay, donde España esclavizaba a la población nativa, el papa Urbano VIII reforzó la prohibición en 1639. Menos de cincuenta años después, los jesuitas de Maryland poseían esclavos.
Para ser justos, Buckley señala que los esclavos, no solamente los que poseían los jesuitas, eran mejor tratados que los trabajadores irlandeses en el Canal de Erie.
La conclusión de Buckley es que “es importante ver que la desobediencia a la enseñanza papal fue el punto de partida del que Georgetown y otras universidades jesuitas en Estados Unidos trazaron su curso”.
Imagen: Georgetown University, © Hoyer2009, wikicommons CC BY-SA, #newsIvqzchhhmb