Durante la Cuaresma, un proyecto de Gottfried Helnwein, de 75 años, desfigura la catedral de San Esteban de Viena (Austria).
Helnwein es famoso por sus controvertidas representaciones del dolor, las heridas y la violencia. Su proyecto consiste en colocar una copia morada de la Sábana Santa delante del altar mayor, pero colgada al revés, como les gusta hacer a los satanistas.
Los dos altares laterales están cubiertos cada uno con una calavera morada que parece la Diosa de la Muerte.
El rector de la catedral, monseñor Anton Faber, confesó que la colaboración con Helnwein era un proyecto "que crecía en mi corazón desde hacía mucho tiempo". Interpreta las imágenes como el "descenso de Cristo al reino de la muerte el Sábado Santo", como si Cristo lo hubiera hecho como quien salta a una piscina.
En Pascua, las imágenes se sustituyen por una resurrección blanca de Cristo (¿también al revés?) y en Pentecostés por imágenes rojas del Espíritu Santo.
Traducción IA