Juicio controvertido: Becciu tiene dos opciones
El 25 de julio, los abogados de Becciu declararon que su cliente “totalmente inocente” tendrá la oportunidad de “demostrarlo”. En un juicio normal hay que demostrar la culpabilidad, no la inocencia.
Becciu es el primer cardenal en la historia de la Iglesia que un Papa ha querido que sea juzgado por un juez laico. Las acusaciones contra él pasaron primero por los periódicos oligarcas antes de que Becciu las viera.
Según informa Renato Farina el 27 de julio en el sitio web Libero.it, el procedimiento del juicio “parece sacado de un manual heredado de la Inquisición española”.
Los fiscales admitieron que han sido autorizados por “el Santo Padre a adoptar (…) -lo que sea necesario, incluso derogando las normas vigentes-, cualquier medida de naturaleza cautelar en las actividades de comprobación de hechos ligados a las denuncias”. Farina traduce: Los fiscales están por encima de cualquier ley.
Farina duda que Italia, Suiza y el Reino Unido hayan colaborado con el Vaticano, de haber sabido algo sobre esto. La contradicción entre las palabras de Francisco y “sus acciones como monarca absoluto” anula los progresos habidos desde Pío XI en adelante, comenta Farina.
Incluso un seguidor de Francisco, como el historiador de la Iglesia Alberto Melloni, escribió en el sitio web Repubblica.it que “el Rey Francisco abdicó del Evangelio al someter a Becciu a una crucifixión cautelar”.
Ahora, Becciu tiene dos opciones: o traicionar el secreto papal que se le ha impuesto, o entregarse a su juez.
Imagen: Angelo Becciu, © Mazur, CC BY-NC, #newsObrnoyfdel
