Francisco se sumerge en el "clericalismo puro": Más obispos concelebrantes que fieles

Francisco no quiere que Europa se quede cómodamente en las estructuras existentes y “en la seguridad que dan nuestras tradiciones”, mientras admitió que las “iglesias se están vaciando”.

Al predicar en la Eucaristía del 23 de septiembre para la Asamblea Plenaria del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), dio su receta para “hacer a la Iglesia bella y acogedora”.

“Tenemos que mirar juntos al futuro, no restaurar el pasado, que por desgracia es una moda. Restaurar el pasado nos matará, matará a todos”, dijo Francisco, aunque él está clavado en el fracasado y caduco Vaticano II del siglo pasado.

Después lanzó una advertencia sobre las personas que “en lugar de irradiar la alegría contagiosa del Evangelio, siguen hablando con un caduco lenguaje religioso intelectualista y moralista”.

La Eucaristía fue una expresión extrema del clericalismo de Francisco, ya que hubo más más obispos copresidiendo que fieles presentes. El cardenal Bagnasco, presidente de la CCEE, estuvo ausente, debido al Covid, a pesar de estar “vacunado”.

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