Escribe San Francisco de Sales en su Tratado del Amor de Dios
Todo es seguro dentro de la obediencia y todo se vuelve sospechoso fuera de ella. Cuando Dios concede sus inspiraciones a un alma, la primera es la de la obediencia...
Por esa razón, aquel que dice que actúa por inspiración de Dios, pero se niega a obedecer a sus superiores y a secundar sus recomendaciones, es un impostor. Todos los profestas y predicadores inspirados por Dios han amado siempre la Iglesia, han guardado su doctrina, han sido aprobados por ella...
San Francisco, santo Domingo y el resto de los Padres de las órdenes religiosas, se consagraron al servicio de las almas después de una inspiración extraordinario, y precisamente por eso, se sometieron más humilde y sinceramente a la sagrada jerarquía de la Iglesia.
Por eso, las tres señales mejores y más seguras de la inspiración verdadera son:
la perserverancia, frente a la inconstancia y la frivolidad
la paz y la serenidad del alma, frente a la angustia y el falso celo
la obediencia humilde, frente al afán singularizarse y la terquedad
Por esa razón, aquel que dice que actúa por inspiración de Dios, pero se niega a obedecer a sus superiores y a secundar sus recomendaciones, es un impostor. Todos los profestas y predicadores inspirados por Dios han amado siempre la Iglesia, han guardado su doctrina, han sido aprobados por ella...
San Francisco, santo Domingo y el resto de los Padres de las órdenes religiosas, se consagraron al servicio de las almas después de una inspiración extraordinario, y precisamente por eso, se sometieron más humilde y sinceramente a la sagrada jerarquía de la Iglesia.
Por eso, las tres señales mejores y más seguras de la inspiración verdadera son:
la perserverancia, frente a la inconstancia y la frivolidad
la paz y la serenidad del alma, frente a la angustia y el falso celo
la obediencia humilde, frente al afán singularizarse y la terquedad