Kevin Angel
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Evangelio según San Lucas 1, 1-4. 4, 14-21 (24/01/2016) Tercer Domingo del Tiempo Ordinario En la segunda lectura de hoy, San Pablo les recuerda a los cristianos de Corinto que todos ellos han sido …Más
Evangelio según San Lucas 1, 1-4. 4, 14-21 (24/01/2016)

Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

En la segunda lectura de hoy, San Pablo les recuerda a los cristianos de Corinto que todos ellos han sido bautizados en “un mismo Espíritu”, el cual los constituye en el Cuerpo de Cristo, cuyos miembros son distintos, pero complementarios. Por el contrario, si los miembros se independizan, causarían estragos en el cuerpo, que entonces carecería de manos, pies u oídos, tal vez le faltaría una pierna o estaría tuerto.

El apóstol les pide a los corintios de entonces y nos pide también a los hispanos, los anglosajones, los caribeños, los afroamericanos, los nativos y los asiáticos de hoy que practiquemos la solidaridad. Si hay alguien que llora, que sepamos solidarizar con él o ella; si alguien ha recibido honores, sepamos alegrarnos todos de su triunfo sin envidias y con mucho amor. Entonces, ¿qué estamos haciendo tú y yo para vivir nuestra fe con espíritu comunitario? ¿Cómo estamos practicando nuestra fe en la familia, la comunidad o el lugar de trabajo?

En la sinagoga, Jesús lee un pasaje del profeta Isaías y se lo aplica a sí mismo, anunciando de esa forma una magnífica noticia, especialmente para los pobres, los cautivos, los ciegos, los oprimidos. El Espíritu del Señor, que está sobre Jesús, es el origen de la Buena Nueva.

Y es buena noticia para nosotros porque el mismo Espíritu Santo puede venir a hacer su morada en nuestro corazón y purificar nuestros razonamientos y motivaciones, de modo que nuestra conducta se ajuste al proceder de Cristo en cualquier circunstancia.

Qué buena noticia sería poder proclamar que hemos dejado de lado las oscuras páginas de una cultura de la muerte y estamos viviendo la vida a plenitud, en una sociedad que defiende la vida en todos sus aspectos y promueve los medios para acabar con el aborto, la corrupción y la pobreza.


“Padre celestial, concédenos la gracia de buscar la unidad tendiendo la mano al necesitado de cualquier raza o religión y demostrarle amor y compasión, para que todos seamos uno y el mundo crea que tú enviaste a Jesús, nuestro Señor y Salvador.”