"No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan" "No son los sanos los que tienen necesidad …Más
"No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan"

"No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan"
(Lc 5,27-32)

Jesús ha venido para mí. Entre un ejército de santos que le aclaman, seguidos de una multitud de buenos cristianos, al fondo se ve mi pobre cabecita. Pues Dios, desde su Trono excelso y altísimo, de todos esos hombres nobles, a quien está mirando con ternura es a precisamente a mí, al más indigno, al más inútil, al más enfermo, al más pecador. Quien es padre o madre, le entiende, como el papá del tristemente famoso Alfie, que Dios tenga en su Gloria. Quien está más lejos de Dios, es quien está más cerca.

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