“No confíen en la administración actual de la Iglesia”
Para Pink, el problema de la reforma litúrgica de Pablo VI es que fue “incompetente”, porque el Novus Ordo tuvo “malos efectos en términos de piedad”. Esto fue desastroso, porque la liturgia trata de promover la piedad y adorar a Dios de una manera que le agrade.
Para Pink, los principales problemas del Novus Ordo son presidir la celebración mirando a los fieles en los bancos, la abolición del silencio durante el Canon Romano y la omisión de elementos importantes como los exorcismos, fomentando la ilusión de que la Iglesia puede vivir en paz con el mundo.
Entre el Vaticano I (1870) y el Vaticano II (1963-65), la principal opinión teológica, que data del siglo XVI, fue que los Papas enseñan cuando legislan y que una ley universal dada por un papa es infalible, pero Pink no está de acuerdo.
Como ejemplo, cita la ley papal de que los cristianos deben mantenerse en secreto y no tener contacto con los judíos, ni siquiera con los familiares. Pablo IV estableció un gueto romano en 1559. Dicha legislación, argumenta Pink, implica hostilidad hacia las personas a las que se debería persuadir para que se conviertan.
Bajo Pablo IV, los sacerdotes que desobedecieron estas leyes probablemente habrían estado en un calabozo, sugiere Pink. Él cree que esto es “más de lo que quizás Francisco haga” a los sacerdotes que se oponen a su homosexualismo. “Estar extremadamente descontento con la autoridad de un Papa en particular no es nada nuevo”, concluye Pink.
Califica las acciones de Francisco de “ambiguas” e incoherentes con la doctrina católica. La enseñanza de Francisco es una ensalada de palabras y, lo que es peor, es un legislador incompetente (por ejemplo, Amoris Laetitia).
El resumen de Pink sobre la Iglesia de Francisco: “Creo que probablemente sea mejor perder la confianza en la actual administración”.
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