Una amenaza real: Show horrible de Cupich
Al ser del Novus Ordo, la representación no tenía altar, sino una mesa de banquete alrededor de la cual se sentaron doce hombres y mujeres vestidos como vicepresidentes del banquete - como si un banquete necesitara un presidente.
Incluyó danzas coreografiadas, efectos de iluminación púrpura, luces estroboscópicas de bola de discoteca, ruido brutal con platillos y gritos estridentes y música de piano tintineante.
Durante el espectáculo, el padre Michael Pfleger celebró su propia persona.
El cardenal Cupich, de Chicago, quien supuestamente se preocupa por la doctrina católica, ha prohibido brutalmente la verdadera Misa, porque es una amenaza [real] a la “unidad” de la Iglesia caótica de Cupich.
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