Ha sido para mi una gran lección el poder ver este extracto de programa pues muchas veces nos enfrentamos a situaciones similares en las que incluso tal vez sin mala intención alguien quiere hacer comedia de algo importante para nosotros o, lo que es peor, de algo sagrado. La actitud del Padre Fortea me ha enseñaop mucho, de hecho, pocas veces he visto a alguien decir tanto sin mediar una sola palabra. Bastaba con ver su expresión para entenderlo todo. Y qué significativo el ver la forma educada en que saluda al comediante y los momentos que no desaprovecha para expresar su disconformidad sin atacar a los entrevistadores (cosa que cualquiera hubiera podido entender)
Es muy preciso en su comunicación pero también en sus acciones, creo que si esta fue una prueba del demonio contra el P. Fortea el diablo se fue de narices...

Los idiotas que conducen el programa son el pequeños demonios. Como se les ocurre reirse del padre Fortea y sus santas enseñanzas.

Pobre padre lo que tuvo que pasar.

Oremos...