¿Filomena, mártir cristiana? El culto a Santa Filomena y las preguntas sobre su identidad surgieron en Roma el 25 de mayo de 1802 durante las excavaciones en la Catacumba de Priscila en la Vía Salaria …Más
¿Filomena, mártir cristiana?
El culto a Santa Filomena y las preguntas sobre su identidad surgieron en Roma el 25 de mayo de 1802 durante las excavaciones en la Catacumba de Priscila en la Vía Salaria. Se descubrieron los huesos de una joven de trece o catorce años y un pequeño vaso que contenía un líquido considerado sangre de la Santa. El nicho estaba cerrado con tres tejas de barro en las que se encontraba escrito: "LUMENA PAX TE CUM FI".
Se creyó que se había invertido el orden de los tres fragmentos escritos entre el siglo III y IV d.C., y que debía leerse: "PAX TE / CUM FI / LUMENA", es decir, "La paz sea contigo, Filomena". Los símbolos decorativos alrededor del nombre, como la palma y las lanzas, llevaron a la creencia de que los huesos pertenecían a una mártir cristiana de los primeros siglos. En esa época, se creía que la mayoría de los cuerpos encontrados en las Catacumbas eran víctimas de las persecuciones durante los tiempos apostólicos.
Las reliquias y los prodigios en Mugnano del Cardinale
Estas reliquias fueron trasladadas a Mugnano del Cardinale, en la provincia de Avellino, a la iglesia dedicada a la Virgen de las Gracias, donde aún se encuentran en la actualidad.
En esta ciudad, comenzaron a ocurrir los primeros milagros, que fueron narrados por Mons. De Lucia. Al conocer los milagros, el Papa León XII concedió al santuario la lápida original, que previamente había sido trasladada al lapidario del Vaticano. En 1833, la religiosa Sor María Luisa de Jesús contribuyó a difundir el culto a Santa Filomena en Europa y América a través de sus "revelaciones". Personalidades conocidas, como Paulina Jaricot, fundadora de la Obra de la Propagación de la Fe y del Rosario Viviente, y el santo Cura de Ars, recibieron la curación de sus enfermedades gracias a la intercesión de Santa Filomena y se convirtieron en devotos fervientes.
La biografía según madre M. Luisa de Jesús
Gracias a la biografía elaborada por Sor María Luisa, se obtiene la historia de Santa Filomena. La religiosa afirmó que la misma Santa Filomena le había narrado su vida en diversas "revelaciones". Según esta narración, Filomena era hija de un rey griego convertido al cristianismo, lo que le permitió formar una familia. A los trece años, Filomena se consagró a Dios mediante un voto de castidad virginal.
El emperador Diocleciano declaró la guerra al padre de Filomena, lo que llevó a la familia a trasladarse a Roma en busca de paz. El emperador se enamoró de la joven, pero al ser rechazado, sometió a Filomena a diversos tormentos de los cuales siempre fue salvada, hasta que finalmente fue decapitada. Dos anclas, tres flechas, una palma y una flor son los símbolos representados en las tejas del cementerio de Priscila, que se interpretaron como símbolos de su martirio.
Sin embargo, un estudio más profundo de los restos arqueológicos confirmó la ausencia de la palabra "mártir", lo que llevó a descartar la idea de su muerte como resultado del martirio. Además, se comprobó que el líquido presente en el pequeño vaso junto a los huesos no era sangre, sino perfumes típicos de las sepulturas de los primeros cristianos.
En definitiva, el cuerpo encontrado pertenecía a una joven fallecida en el siglo IV después de Cristo, cuyo sepulcro había sido reutilizado utilizando tejas con inscripciones anteriores. La Sagrada Congregación para los Ritos eliminó el nombre de Filomena del calendario durante la Reforma Litúrgica de la década de 1960, pero el culto a Santa Filomena se mantuvo.
La devoción continúa
La "Santita" del Cura de Ars, como muchos la llaman a Santa Filomena, fue venerada especialmente por San Pío de Pietrelcina desde su infancia. Él la llamaba la "princesita del Paraíso" y, ante aquellos que cuestionaban su existencia, respondía que las dudas eran obra del demonio y afirmaba: "¡Puede ser que no se llame Filomena! ¡Pero esta Santa ha realizado milagros y no ha sido su nombre quien los ha hecho!".
A día de hoy, Santa Filomena intercede por numerosas almas y muchos fieles peregrinan para rezar ante sus restos. Es considerada la protectora de los afligidos y las jóvenes parejas, y ha concedido la alegría de la maternidad a madres estériles en muchas ocasiones.
El culto a Santa Filomena y las preguntas sobre su identidad surgieron en Roma el 25 de mayo de 1802 durante las excavaciones en la Catacumba de Priscila en la Vía Salaria. Se descubrieron los huesos de una joven de trece o catorce años y un pequeño vaso que contenía un líquido considerado sangre de la Santa. El nicho estaba cerrado con tres tejas de barro en las que se encontraba escrito: "LUMENA PAX TE CUM FI".
Se creyó que se había invertido el orden de los tres fragmentos escritos entre el siglo III y IV d.C., y que debía leerse: "PAX TE / CUM FI / LUMENA", es decir, "La paz sea contigo, Filomena". Los símbolos decorativos alrededor del nombre, como la palma y las lanzas, llevaron a la creencia de que los huesos pertenecían a una mártir cristiana de los primeros siglos. En esa época, se creía que la mayoría de los cuerpos encontrados en las Catacumbas eran víctimas de las persecuciones durante los tiempos apostólicos.
Las reliquias y los prodigios en Mugnano del Cardinale
Estas reliquias fueron trasladadas a Mugnano del Cardinale, en la provincia de Avellino, a la iglesia dedicada a la Virgen de las Gracias, donde aún se encuentran en la actualidad.
En esta ciudad, comenzaron a ocurrir los primeros milagros, que fueron narrados por Mons. De Lucia. Al conocer los milagros, el Papa León XII concedió al santuario la lápida original, que previamente había sido trasladada al lapidario del Vaticano. En 1833, la religiosa Sor María Luisa de Jesús contribuyó a difundir el culto a Santa Filomena en Europa y América a través de sus "revelaciones". Personalidades conocidas, como Paulina Jaricot, fundadora de la Obra de la Propagación de la Fe y del Rosario Viviente, y el santo Cura de Ars, recibieron la curación de sus enfermedades gracias a la intercesión de Santa Filomena y se convirtieron en devotos fervientes.
La biografía según madre M. Luisa de Jesús
Gracias a la biografía elaborada por Sor María Luisa, se obtiene la historia de Santa Filomena. La religiosa afirmó que la misma Santa Filomena le había narrado su vida en diversas "revelaciones". Según esta narración, Filomena era hija de un rey griego convertido al cristianismo, lo que le permitió formar una familia. A los trece años, Filomena se consagró a Dios mediante un voto de castidad virginal.
El emperador Diocleciano declaró la guerra al padre de Filomena, lo que llevó a la familia a trasladarse a Roma en busca de paz. El emperador se enamoró de la joven, pero al ser rechazado, sometió a Filomena a diversos tormentos de los cuales siempre fue salvada, hasta que finalmente fue decapitada. Dos anclas, tres flechas, una palma y una flor son los símbolos representados en las tejas del cementerio de Priscila, que se interpretaron como símbolos de su martirio.
Sin embargo, un estudio más profundo de los restos arqueológicos confirmó la ausencia de la palabra "mártir", lo que llevó a descartar la idea de su muerte como resultado del martirio. Además, se comprobó que el líquido presente en el pequeño vaso junto a los huesos no era sangre, sino perfumes típicos de las sepulturas de los primeros cristianos.
En definitiva, el cuerpo encontrado pertenecía a una joven fallecida en el siglo IV después de Cristo, cuyo sepulcro había sido reutilizado utilizando tejas con inscripciones anteriores. La Sagrada Congregación para los Ritos eliminó el nombre de Filomena del calendario durante la Reforma Litúrgica de la década de 1960, pero el culto a Santa Filomena se mantuvo.
La devoción continúa
La "Santita" del Cura de Ars, como muchos la llaman a Santa Filomena, fue venerada especialmente por San Pío de Pietrelcina desde su infancia. Él la llamaba la "princesita del Paraíso" y, ante aquellos que cuestionaban su existencia, respondía que las dudas eran obra del demonio y afirmaba: "¡Puede ser que no se llame Filomena! ¡Pero esta Santa ha realizado milagros y no ha sido su nombre quien los ha hecho!".
A día de hoy, Santa Filomena intercede por numerosas almas y muchos fieles peregrinan para rezar ante sus restos. Es considerada la protectora de los afligidos y las jóvenes parejas, y ha concedido la alegría de la maternidad a madres estériles en muchas ocasiones.
