El libro, Retrato de Marta Robin, de Jean Guitton, es una crónica admirable de la vida cotidiana de una mujer cuya vida natural y sobrenatural ha conmovido al mundo. Este libro es fruto de las numerosas conversaciones del autor con Marta Robin, así como de otros testimonios cuidadosamente seleccionados. Jean Guitton, el célebre autor, logra transmitir la profundidad y el fervor de esta extraordinaria mujer.
El autor se sintió impulsado a escribir este retrato tras ser llevado a la oscura habitación de Marta Robin por el médico de Anatole France, un espíritu negador de la época. Desde su primer encuentro con Marta, Guitton la consideró una hermana de la caridad y sintió que algún día se vería obligado a darla a conocer al mundo. El autor menciona que este libro es el último fragmento de su "Diario", que mantiene desde los dieciséis años.
Guitton describe su obra como un retrato que imita a la pintura, donde existe una acción recíproca entre el artista y su modelo. El autor compara este libro con un árbol en invierno, cargado de omisiones, sacrificios y silencios. También señala que Marta Robin fue la primera mística que vivió en la bisagra de los tiempos históricos, antes y después de Hiroshima, un evento que considera que dividió para siempre la aventura humana.
El caso de Marta Robin es presentado como una provocación para creyentes y no creyentes, y para quienes buscan los signos del Espíritu. El autor busca aplicar un método prudente en su estudio, limitando el elogio y recurriendo con poca frecuencia al testimonio de otros, intentando dar su propio testimonio. Guitton reconoce que su testimonio está limitado en el tiempo, ya que no pasó con Marta Robin más de cuarenta horas en veinticinco años.
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