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FRAUDE ELECTORAL EN VENEZUELA: 29-7-2024

CARACAS (AP) El Consejo Nacional Electoral de Venezuela declaró que el presidente Nicolás Maduro es el vencedor de las elecciones del domingo, a pesar de las denuncias de la oposición sobre irregularidades en el proceso de conteo. Maduro buscaba su reelección y la continuidad de un proyecto político autoproclamado como socialista que inició el fallecido Hugo Chávez hace 25 años.

El CNE señaló que Maduro obtuvo un 51,20% de los votos con el 80% de las mesas escrutadas, enfrentando su mayor desafío electoral desde que llegó al poder hace 11 años, con Edmundo González como rival representando la candidatura unida de la oposición.

El candidato opositor obtuvo el 44,2% del respaldo popular, según los datos presentados por Elvis Amoroso, presidente del CNE.

Sin embargo, la líder opositora María Corina Machado rechazó el triunfo de Nicolás Maduro y afirmó que Edmundo González es el nuevo presidente de Venezuela.

Machado afirmó que con el 40% de las actas en su poder, González ganó con el 70% de los votos, 40 puntos porcentuales por encima de Maduro. “Esta es la verdad”, enfatizó.

“Queremos decirle a todos los venezolanos que Venezuela y todo el mundo lo sabe” que González salió victorioso, aseguró la opositora que lideró la campaña de González, después de quedar fuera de la contienda por su inhabilitación política por 15 años. “Hemos ganado en todos los estados del país”.

Amoroso, quien atribuyó el retraso en la comunicación de resultados a que se tuvo que “solventar una agresión” al proceso electoral sin dar más detalles, informó que la participación de los venezolanos en las votaciones fue del 59%.

Durante una concentración frente al palacio de gobierno, Maduro celebró su victoria con bailes y canciones. En sus primeras palabras tras la difusión de los resultados, prometió ante varios cientos de seguidores que a partir del 29 de julio habrá “paz, estabilidad y justicia” en Venezuela.

“No pudieron con las sanciones, no pudieron con las agresiones, no pudieron con las amenazas, no pudieron ahora y no podrán jamás con la dignidad del pueblo de Venezuela”, declaró el mandatario, exigiendo respeto a la Constitución, a los poderes públicos y a la “voluntad popular”.

El líder opositor Juan Pablo Guanipa rechazó los resultados difundidos por el CNE y dijo en un breve mensaje en su cuenta de la red social X que “nadie en su sano juicio cree esa farsa anunciada por el delincuente Amoroso”.

Guanipa afirmó que la oposición iba a “combatir ese robo”.

Los venezolanos esperaron ansiosos durante varias horas los resultados, cuando la exlegisladora Delcy Solórzano, representante nacional de la coalición opositora ante la autoridad electoral, denunció sin pruebas que el CNE había “paralizado la transmisión de actas” y que en una “importante cantidad de centros de votación” se estaba retirando a sus testigos para el conteo de votos.

Poco después, Omar Barboza, secretario ejecutivo de la principal coalición opositora, aseguró que la oposición había recopilado actas de votación oficiales del 30% de las mesas de votación. “No debería haber dudas si se quiere actuar con la verdad y reconociendo la voluntad popular”, afirmó.

Simpatizantes del oficialismo se reunieron frente al palacio presidencial de Miraflores en un ambiente festivo incluso antes de conocerse los resultados.

El jefe de campaña de Maduro y presidente de la Asamblea Nacional de mayoría oficialista, se mostró confiado de que los comicios serían favorables para el oficialismo, horas antes de que la autoridad electoral anunciara los datos del conteo.

Durante la jornada, después de la hora prevista para el cierre de urnas y sin que hubiera un anuncio oficial de que había terminado la votación, hubo enfrentamientos entre seguidores del oficialismo y de la oposición en las afueras de algunos centros de votación.

No obstante, el ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, afirmó que la jornada electoral se vivió “en perfecto orden, en perfecta paz”. El ministro de Relaciones Interiores, almirante en jefe Remigio Ceballos, minimizó los incidentes, destacando que fueron “minúsculos” y no afectaron el desarrollo de la elección.

Entre las primeras reacciones a los datos del CNE que dieron la victoria a Maduro, el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, expresó serias preocupaciones de que los resultados anunciados no reflejan la voluntad o los votos del pueblo venezolano.

Asimismo, el presidente chileno, Gabriel Boric, cuestionó la credibilidad de los resultados publicados por el régimen de Maduro y exigió “total transparencia de las actas y el proceso”, permitiendo que observadores internacionales “no comprometidos con el gobierno” validen los resultados.

“Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”, adelantó Boric. Maduro, por su parte, desde el palacio presidencial, desafió al presidente argentino Javier Milei y calificó su administración en Argentina como una dictadura.

Maduro fue uno de los primeros en votar y llamó a sus rivales a respetar los resultados. “Nadie va a llevar a Venezuela al caos. Yo soy Nicolás Maduro Moros, presidente-pueblo, y reconozco y reconoceré al árbitro electoral, los boletines oficiales y haré que se respeten”, concluyó.

Clarisa Machado, una socióloga de 74 años que admitió haber votado por Maduro en la barriada popular de Petare, comentó que “la gente está más despierta, más consciente” y confía en que la experiencia de los años de crisis permitirá al gobierno manejar situaciones difíciles y mejorar la calidad de vida de los venezolanos.

“Los venezolanos, cuando caemos, nos levantamos y eso nos sirve de experiencia para no volver a caer”, añadió.

El candidato unitario opositor expresó su satisfacción por la masiva presencia de votantes el domingo en los centros de votación, después de emitir su voto poco antes del mediodía.

“Hoy más que nunca, los venezolanos estamos demostrando que somos un solo pueblo. Lo que vemos son colas de alegría y esperanza. Hoy comienza el día de la reconciliación de todos los venezolanos”, dijo González, rodeado de periodistas en Caracas.

“El espíritu democrático de los venezolanos está más vivo que nunca. Llegó la hora de la reconciliación de todos los venezolanos, llegó la hora del cambio”, agregó el exembajador.

González prometió que, de ser electo, trabajará para crear las condiciones para que los casi 8 millones de venezolanos que han emigrado en años recientes se sientan motivados a regresar al país.

“En nombre de Dios, todo va a salir bien. Cada quien va a ocupar su puesto y el cambio por Venezuela llegará”, dijo Judith Cantillo, una empleada doméstica de 52 años en Petare, al este de la capital.

“Ya estamos cansados”, afirmó. “Para mí, un cambio en Venezuela significa tener empleo, seguridad, medicinas en los hospitales y buenos salarios para los profesores y médicos”.

En otra zona de Caracas, Liana Ibarra, una manicurista de 35 años, relató que llegó al centro de votación a las 3 de la mañana y ya había al menos 150 personas delante de ella.

“Antes había mucha indiferencia hacia las elecciones, pero ya no”, comentó, añadiendo que si González no gana, buscará emigrar a Estados Unidos con su hijo. “No podemos soportarlo más”.

La popularidad de Maduro ha disminuido tras una crisis social y económica que en la última década aumentó la pobreza, el hambre y el costo de vida, empujando a más de 7,7 millones de venezolanos a migrar en busca de mejores condiciones. Aunque la peor parte de la crisis, que provocó una grave escasez de alimentos, ha pasado, la gente aún enfrenta dificultades para cubrir sus necesidades.

Venezuela posee las mayores reservas probadas de crudo del mundo, pero su producción ha disminuido en los últimos años, en parte debido a la mala gestión del gobierno, la corrupción en la empresa petrolera estatal y las sanciones comerciales.

En 2018, tras la reelección de Maduro, considerada ilegítima por Estados Unidos y otros países, el gobierno de Donald Trump impuso sanciones al gobierno venezolano, lo cual solo profundizó la crisis.

Las elecciones coincidieron con lo que habría sido el 70º cumpleaños del expresidente Hugo Chávez, quien falleció de cáncer en 2013, dejando a Maduro a cargo de la llamada revolución bolivariana.

Más de 21,3 millones de venezolanos habilitados para votar el domingo debían elegir entre los candidatos en la boleta — el de Maduro aparecía 13 veces — con la opción de continuar con el proyecto socialista de 25 años iniciado por Chávez o buscar un nuevo rumbo con las promesas de “libertad” y cambio de la coalición opositora.

A diferencia de las dos elecciones anteriores (2013 y 2018), Maduro enfrentó el domingo el mayor desafío del partido de gobierno desde 1999. Él y sus aliados buscaban mantener el control de todas las ramas del poder por al menos seis años más, en un momento en que su base luce dividida, disminuida y decepcionada, según algunos analistas.

La oposición, que aspiraba a capitalizar el descontento de muchos venezolanos hastiados de la situación social y económica, enfrentó diversos obstáculos durante la campaña. El principal fue la imposibilidad de que la exlegisladora María Corina Machado se registrara como candidata unitaria, luego de ser inhabilitada por 15 años. Sin embargo, ella se convirtió en la fuerza motriz detrás de González, quien fue finalmente escogido como el candidato del principal bloque opositor.