es.news
2877

Ratzinger se volvió gris de la noche a la mañana a los 29 años

En 1956 l padre Michael Schmaus, famoso teólogo de Múnich, rechazó la tesis de habilitación del joven sacerdote Joseph Ratzinger. Para Ratzinger, esto fue – según la nueva biografía de Peter Seewald, Benedict XVI Ein Leben – “como una puñalada en su corazón”. Después de esto, testigos contemporáneos vieron a Ratzinger descorazonado, deprimido y tremendamente sacudido. El joven de 29 años “se volvió gris de la noche a la mañana”. En sus propias palabras, estuvo “como golpeado por un rayo”.

Palabras floridas y muchos sentimientos
Ratzinger consideraba al profesor Schmaus como “atascado en el período pre-bélico”. Por el contrario, para Schmaus Ratzinger era un modernista y “casi un peligro”. Schmaus explicaba: “Ratzinger sabe cómo poner cosas en formulaciones floridas, ¿pero dónde está el núcleo de la cuestión”?”. Para el amigo y mentor de Ratzinger, el padre Alfred Läpple, Ratzinger representa “una teología de sentimientos”. Y además “esquiva las definiciones claras”. Para Läpple, después de haber leído o escuchado a Ratzinger surge la pregunta: “¿Qué dijo realmente?”. Läpple comparte el juicio de Schmaus, según el cual Ratzinger es demasiado emocional y está siempre presentándose con palabra nuevas y pasando de una formulación a otra.

¿La Revelación es “simple” y “objetivamente verdadera”?
Ratzinger salvo su habilitación al presentar solamente su parte tercera, presentándola como si fuera completa y sin agregar casi ninguna corrección. La discusión del trabajo fue agitada. Schmaus acusó a Ratzinger de interpretar la Revelación en una forma subjetiva. Le preguntó si la Revelación divina era “inmodificable” o “histórica y dinámica”. Como consecuencia de ello estalló una discusión entre los profesores y Ratzinger no tuvo oportunidad de hablar de nuevo hasta el final del examen. Finalmente, Ratzinger aprobó.

Amigo de los enemigos
Seewald califica el cambio del profesor Ratzinger de la Universidad Católica en Münster a la Universidad de Tübinga, que es una ciudad protestante, como una “decisión misteriosa”. Pero según Seewald este proceso seguía una lógica interior. En Münster, el profesor Ratzinger se encontraba en una situación “difícil”. Él había ayudado al padre Johann Baptist Metz, un teólogo fundamental, a conseguir una cátedra en Münster. Los dos se llevaban bien. Pero después Metz publicó su “Teología Política” marxista, que Ratzinger rechazó. Pero quiso evitar una ruptura abierta con la Facultad. En consecuencia, Ratzinger convenció al padre Hans Küng de cambiar a Tübinga. En ese momento Ratzinger estaba teológicamente más cerca del seudo teólogo Küng que de Metz.

¿Influencia de Gänswein en la biografía?
Seewald describe a Ingrid Stampa, la ama de llaves, del cardenal Ratzinger, como un “caso preocupante”. Después que Ratzinger fuera elegido Papa, Stampa dijo que ella “se trasladaría ahora al Palacio Apostólico con mi esposo”. Según Seewald, ella fue llamada “Papa”, pero tuvo que abandonar el Palacio Apostólico después de dos meses y medio.

Ratzinger subió con perseverancia los peldaños de la carrera
Seewald señala que el pensamiento de Ratzinger no se ha modificado desde que presentara su tesis de habilitación. Seewald traza no solo la imagen de Ratzinger como una persona tímida y espiritualizada que se retira a la torre de los libros teológicos, porque Ratzinger también ha continuado su camino en forma perseverante. “Ratzinger es un luchador y no lo es”, escribe Seewald.

¿Un Juan el Bautista?
Seewald le preguntó una vez al papa Benedicto XVI si él se ve como el último de una era antigua o como el primero de una nueva era. Benedicto contestó: “Yo diría que estoy entre las dos épocas”. Y además: “ya no pertenezco al viejo mundo, pero el nuevo no ha llegado todavía”.

Publicado originalmente en inglés el 17 de mayo de 2020, en Ratzinger Turned Grey Overnight at the Age of 29
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
dns87
El sentimentalistmo es destructivo, digan si cuando es si y no cuando es no.
Las maravillas de la creación
En toda formulación y teoría teológica, algo hay de verdad si está pensada con sinceridad y amor a la Iglesia, pues esto no se podría realizar sin el Espíritu de la Verdad. Aun de la tesis más equivocada pero honrada y movida por lo que uno cree que es ser fiel a Dios, se puede aprender algo interesante y bueno. En este caso, al ser confirmado con el tiempo en Papa, parece que era el joven …Más
En toda formulación y teoría teológica, algo hay de verdad si está pensada con sinceridad y amor a la Iglesia, pues esto no se podría realizar sin el Espíritu de la Verdad. Aun de la tesis más equivocada pero honrada y movida por lo que uno cree que es ser fiel a Dios, se puede aprender algo interesante y bueno. En este caso, al ser confirmado con el tiempo en Papa, parece que era el joven Ratzinger quien tenía razón, pero su oponente no dejaba de tener también retazos de luz en sus argumentaciones.

No creo que una experiencia dolorosa volviera "gris" al futuro Papa. Su carácter tímido, tranquilo y sereno me parecen más bien su forma de ser natural. Además, gracias a la fe y a la esperanza, los cristianos tenemos una habilidad especial para que no nos destrocen los sucesos de la vida y salir de nuevo a flote, tanto más cuanto más santo es uno. Gracias, Señor, por habernos dado a Benedicto XVI, que probablemente sea proclamado santo en el futuro, cuando el Señor se lo lleve.