Esta es la cuestión: la verdad y la luz no pueden ser vencidas. Pueden asesinarla, anularla e intentar silenciarla. Pero siempre vuelve. Lo que muchos en el Vaticano y en el liderazgo de la Iglesia no parecen darse cuenta es que ir tras el obispo Strickland no detendrá la marcha victoriosa de la verdad y la luz. Varias generaciones de sacerdotes tomarán pronto las riendas y estamos completamente hartos de vuestra locura liberal gay. Así que, apilen el mazo de barajas y disparen todas sus armas. No ganarán. El Depósito de la Fe ha sido transmitido.
