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Novena en Honor a San Agustín

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Oración inicial Peregrino …
la verdad prevalece
Debemos precavernos principalmente de aquellos que prometen la sabiduría y el conocimiento de la verdad que ellos no tienen, como son los herejes, los cuales muchas veces se recomiendan a si mismos. —San Agustín
la verdad prevalece
Si alguien tiene sano el olfato del alma, sentirá cómo hieden los pecados —San Agustín
la verdad prevalece
Lo único que a nosotros importa es no ser camino, ni pedregal, ni cardos, sino tierra buena. Que nuestro corazón se halle sazonado para dar el 30, o el 60, o el 100, o el 1. 000, cifras estas menores unas y otras mayores; pero todo es trigo. NO sea el corazón camino donde el enemigo se lleve, como el pájaro, la semilla pisada por los transeúntes; no peñascal donde la poca tierra haga germinar en …Más
Lo único que a nosotros importa es no ser camino, ni pedregal, ni cardos, sino tierra buena. Que nuestro corazón se halle sazonado para dar el 30, o el 60, o el 100, o el 1. 000, cifras estas menores unas y otras mayores; pero todo es trigo. NO sea el corazón camino donde el enemigo se lleve, como el pájaro, la semilla pisada por los transeúntes; no peñascal donde la poca tierra haga germinar en seguida lo que ha de agostar el sol; ni abrojal de pasiones humanas y cuidados de la vida disoluta. —San Agustín
la verdad prevalece
Por lo tanto, hermanos, no tengáis en poco esas faltas, a las que tal vez os habéis habituado ya. La costumbre llega a conseguir que no se aprecie la gravedad del pecado. Lo que se endurece pierde la sensibilidad. Lo que se halla en estado de putrefacción no duele, no porque esté sano, sino por muerto. Si al pincharnos en algún sitio nos duele, es que esa parte está sana u ofrece posibilidad de …Más
Por lo tanto, hermanos, no tengáis en poco esas faltas, a las que tal vez os habéis habituado ya. La costumbre llega a conseguir que no se aprecie la gravedad del pecado. Lo que se endurece pierde la sensibilidad. Lo que se halla en estado de putrefacción no duele, no porque esté sano, sino por muerto. Si al pincharnos en algún sitio nos duele, es que esa parte está sana u ofrece posibilidad de curación. Si no nos duele está ya muerta; hay que cortarla —San Agustín
la verdad prevalece
“Si quieres cambiar tu vida, cambia tus deseos” (S 345,7).
“No hay que aniquilar el deseo; hay que cambiar su objeto” (S 313A,2).Más
“Si quieres cambiar tu vida, cambia tus deseos” (S 345,7).

“No hay que aniquilar el deseo; hay que cambiar su objeto” (S 313A,2).