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Vocero vaticano explica por qué el cardenal Parolin se unió a Bilderberg

El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, aceptó una invitación para la Reunión secreta de Bilderberg en Torino (Italia), llevada a cabo desde el 7 al 10 de junio, después que los organizadores lo invitaran “en forma persistente” y “muy insistentemente” hace seis meses.

Un vocero vaticano dijo el 15 de junio a NcRegister.com que Parolin pensó sobre la invitación “durante mucho tiempo” y “después de consultar a la persona que debía [el papa Francisco] decidió concurrir”.

Parolin fue a la reunión solo por poco tiempo, casi una hora y cuarenta y cinco minutos, pronunciando un discurso sobre la “doctrina social de la Iglesia”, seguido por una sesión de preguntas y respuestas.

El vocero admitió que Parolin fue “plenamente consciente de la naturaleza controvertida” del evento, pero se sintió animado al haberse reunido previamente con mucho de los participantes en “otros contextos”.

Imagen: Pietro Parolin, © Mazur/catholicnews.org.uk CC BY-NC-SA, #newsKkmhhqulxu
jamacor
Los voceros del Vaticano están al servicio de su amo, y si este no dice la verdad, el vocero no tiene más remedio que secundarla, y si no, ya sabe donde tiene la puerta de salida. En la noticia no se especifica qué tipo de vocero es el que hizo esas manifestaciones, y es confusa en lo que pronunció Parolin.
El acto de asistir a ese encuentro muestra una vez más el deseo del Vaticano de conformarse …Más
Los voceros del Vaticano están al servicio de su amo, y si este no dice la verdad, el vocero no tiene más remedio que secundarla, y si no, ya sabe donde tiene la puerta de salida. En la noticia no se especifica qué tipo de vocero es el que hizo esas manifestaciones, y es confusa en lo que pronunció Parolin.

El acto de asistir a ese encuentro muestra una vez más el deseo del Vaticano de conformarse con el mundo, y en este caso motivo de escándalo para muchos católicos, y es contrario al querer de Jesucristo: "Mi Reino no es de este mundo".

Esta asistencia no cuela, es injustificable, y está en la misma línea de la antiigesia que quiere imponer Bergoglio a toda la Iglesia de Jesucristo.