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Esa humildad y caridad humana y la dignidad del oficio litúrgico en el cardenal Raymond Burke

Por Michele M. Ippolito

Durante la peregrinación de su escuela superior en Roma este verano, Jarad Wolf
capturó este momeno en el el que padre Gregory Crane, novel sacerdote, dio su primera bendición al cardenal Raymond Leo Burke, después de la Misa celebrada en la Basílica de San Pedro el 29 de junio del 2019, por la fiesta de los santos Pedro y Pablo.
El padre Crane, al saludar al cardenal Burke, dijo que había sido ordenado recientemente y el cardenal Burke, muy humildemente, pidió de inmediato su bendición y se arrodilló.

Un sacerdote comentó en Facebook: “Eran cerca de las 11.30 horas. Su Eminencia el cardenal Burke encuentra a un sacerdote recién ordenado y se arrodilla implorando la bendición. ¡Esto es santa humildad! Frente a los que critican la Capa Magna. ¿Cuántos prelados modernistas harían esto, humildemente desaliñados y travestidos? ¡Ciertamente, deberían creer en las bendiciones!”.

La referencia del comentarista es a esta foto que, por parte de muchos progresistas que se definen cristianos, es posteada para insultar al cardenal americano y, peor todavía, para impulsar a la gente a insultarlo en los comentarios.
En realidad, la crítica a los altos prelados que visten la Capa Magna se debe a una difundida ignorancia litúrgica, especialmente entre los llamados católicos-comunistas.

En Facebook, un comentarista lo explicó claramente: “La Capa Magna representa el poder papal que llega a los fieles a través de los príncipes de la Iglesia. De todos modos, se utiliza antes de cualquier Pontifical”. La Capa Magna, hábito previsto como solemne hábito de coro hasta 1969, prácticamente para casi todos los Capítulos, sigue vigente todavía para obispos y cardenales. La Capa Magna ha sido siempre el hábito del Ingreso para los Pontificales. Escribió un comentarista: "Dondequiera se esté en condiciones de celebrar solemnes pontificales tradicionales, los príncipes de la Iglesia se presentan en el esplendor de su rango. El inolvidable cardenal Ottaviani era majestuoso cuando el ceremonial lo preveía, después era un simple sacerdote en su parroquia del Trastévere y en el Instituto para niñas huérfanas o indigentes que había creado y donde pasaba sus horas más felices de libertad”.

"¿Por qué difundir fotos en hábitos litúrgicos de alta ceremonia como la Capa Magna y levantar críticas. ¿Así no es difamatorio?", preguntó un comentarista en Facebook, explicando que la Iglesia Católica "tiene sus funciones, su liturgia, difundir fotos extrapolándolas del contexto es realmente triste. Frente a la convivencia pacífica”.

Tal vez muchos tienen miedo de la humildad y el amor por la liturgia que exhibe su Eminencia Raymond Leo cardenal Burke. "Es cardenal de la Santa Iglesia Romana, un hombre santo que vive y testimonia plenamente la fe en Cristo, enjuágate la boca con jabón antes de permitirte denigrarlo y ofenderlo", escribieron varios comentaristas en Facebook.

Muchas personas, durante las iniciativas o celebraciones en las que participa, especialmente jóvenes, hacen fila para poder hablar con él, pedir una oración o una bendición. A muchos se les escapa que no hay contradicción entre la dignidad del oficio litúrgico (y utilizar también la Capa Magna cuando está previsto) y la vida caritativa y humilde. El hombre Raymond Leo Burke ha mostrado muchas veces su humildad, como cuando comenzó a servir la mesa para los jóvenes seminaristas.

Publicado originalmente en italiano el 23 de julio de 2019, en www.lafedequotidiana.it/quellumilta-car…
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
Soley
A los degenerados comunistas les gusta lo feo, los sucio, sus almas están sucias. La belleza es para honrar a Dios. La capa larga y el color rojo es el recuerdo de la sangre derramada de los mártires, e indica que los cardenales están dispuestos a dar su vida por Cristo.