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Evangelio y reflexión del sábado 6 de julio de 2019 Evangelio y reflexión del sábado 6 de julio de 2019 por el P. Pedro BrassescoMás
Evangelio y reflexión del sábado 6 de julio de 2019

Evangelio y reflexión del sábado 6 de julio de 2019 por el P. Pedro Brassesco
Arturo polanco
Buenos días, agende mi wasat y envíeme todos los días su reflexión del evangelio
david enrique
Gracias padre Pedro Dios me lo proteja siempre!!!!!!
david enrique
Desde Guatemala CA le mando un abrazo fraterno!!!
Angelo Lopez
Génesis 27,1-5.15-29: Animado por su madre Rebeca Jacob arrebata a Esaú, su hermano primogénito, la bendición de su anciano padre. Los designios de Dios proceden por simple elección y no dependen de las obras, sino de Aquél que llama (Rom 9,11-13). Con el Salmo 134 proclamamos: «alabad al Señor, porque es bueno». El oficio de alabar a Dios de todo corazón y con todas las fuerzas del espíritu, …Más
Génesis 27,1-5.15-29: Animado por su madre Rebeca Jacob arrebata a Esaú, su hermano primogénito, la bendición de su anciano padre. Los designios de Dios proceden por simple elección y no dependen de las obras, sino de Aquél que llama (Rom 9,11-13). Con el Salmo 134 proclamamos: «alabad al Señor, porque es bueno». El oficio de alabar a Dios de todo corazón y con todas las fuerzas del espíritu, corresponde de modo especial al cristiano, que ha sido escogido por Dios con una especialísima elección, como dice San Pedro (1 Pe 2,9-10). Pero la fe cristiana nos dice mucho más aún: Dios omnipotente y misericordioso se ha hecho visible en Cristo: verdadero Dios y verdadero hombre, semejante a nosotros menos en el pecado (Heb 4,15-16). La alabanza del piadoso israelita es por la elección de Jacob: «Alabad al Señor, porque es bueno; tañed para su nombre, que es amable. Porque Él se escogió a Jacob, a Israel en posesión su-ya».
Mateo 14-17: El tiempo de la presencia del mensajero del Reino sobre este mundo, similar a una fiesta nupcial, es un tiempo de alegría, del que queda excluido el ayuno. Pero, allá, en el horizonte, se perfila la tragedia final. El Esposo será arrebatado. Entonces vendrá el ayuno. Renovación impuesta por Cristo. Dice San Juan Crisóstomo:

«Antes se había llamado el Señor a sí mismo médico y ahora se da el nombre de Esposo: nombres ambos con que se nos revelan inefables misterios. Y a fe que podía haberles respondido mucho más ásperamente. Podía, por ejemplo, haberles dicho: No sois vosotros quiénes para poner esas leyes. Porque, ¿de qué vale el ayuno, si el alma está chorreando maldad?... Lo primero que debierais hacer era arrojar de vosotros toda vanagloria y practicar luego las virtudes de la caridad, la mansedumbre y el amor al prójimo. Pero, realmente, nada de esto les dice, sino que con toda modestia les replica: “no pueden ayunar los hijos de la cámara nupcial mientras esté con ellos el esposo”.

«Lo que el Señor quiere decir con esto es: el tiempo presente es de alegría y regocijo. No vengáis, pues, con estas cosas tristes. Y, en verdad, cosa triste es el ayuno, no por su naturaleza, sino por la disposición aun demasiado flaca de quienes lo practican. Porque para quienes quieren de verdad vivir santamente, no hay cosa más dulce y apetecible... Mas no sólo por este medio cierra el Señor la boca a sus enemigos, sino también con lo que seguidamente dice: Días vendrán en que les será arrebatado el esposo... Con estas palabras les hace ver el Señor que, si sus discípulos no ayunaban, no era por glotonería, sino por una admirable disposición suya. Pero ya anticipa aquí Jesús un anuncio sobre su pasión...» (Homilía 30,3-4, sobre San Mateo).

Esta frase del Señor motivó en los primeros años del cristianismo el ayuno del viernes y sábado santos, con lo cual se preparaban para la celebración de la Pascua del Señor. Esos pocos días se fueron luego ampliando, hasta llegar en el siglo IV a la Cuaresma. Escuche al Padre Pedro Brassesco En La Sala con Jesus de Lunes a Viernes de 10AM a 12PM por Radio Luz de Cristo. www.radioluzdecristo.org