03:21
🇻🇦🇪🇸 OH MI AMADO Y BUEN JESÚS [Oración indulgenciada] Inaguramos una nueva sección sobre oraciones enriquecidas con indulgenciass concedidas por la Santa Iglesia Católica. *** Esta oración está …Más
🇻🇦🇪🇸 OH MI AMADO Y BUEN JESÚS [Oración indulgenciada]

Inaguramos una nueva sección sobre oraciones enriquecidas con indulgenciass concedidas por la Santa Iglesia Católica. *** Esta oración está lucarada con indulgencia plenaria, si después de la Comunión, se reza de rodillas y devotamente delante de un crucifijo. Y después se reza por las intenciones del Papa (habitualmente es suficiente con un Padre nuestro, Ave María y Gloria).
***
Aunque se puede ganar indulgencia plenaria con estos requisitos (además de las condiciones acostumbradas (más abajo pondré un link para explicar en qué consisten), si se reza sin comulgar pero de rodillas y devotamente ante un crucifijo, se gana indulgencia parcial.
***
Es una oración indulgenciada muy recomendada para rezar los viernes de Cuaresma. Pero también se puede ganar todos los días, con las debidas condiciones, ya antes mencionadas.
***
«O bone et dulcíssime Jesu» Orátio ad Dóminum Nostrum Jesum Christum Crucifíxum Gratiárum áctio post Missam En ego, o bone et dulcíssime Jesu, ante conspéctum tuum génibus me provólvo, ac máximo ánimi ardóre te oro atque obtéstor, ut meum in cor vívidos fídei, spei et caritátis sensus, atque veram peccatórum meórum pœniténtiam, eáque emmendándi firmíssimam voluntátem velis imprímere; dum magno ánimi afféctu et dolóre Tua Quinque Vúlnera mecum ipse consídero ac mente contémplor, illud præ óculis habens, quod jam in ore ponébat tuo David prophéta de te, o bone Jesu: Fodérunt manus meas et pedes meos: dinumeravérunt ómnia ossa mea (Ps.21,17-18).
***
«Oh mi amado y buen Jesús» Oración a Nuestro Señor Jesucristo Crucificado Acción de gracias después de la Misa Heme aquí, ¡oh dulcísimo y buen Jesús! Postrado ante tu Santísima presencia. Te ruego y suplico, con el mayor fervor de mi alma, que imprimas en mi corazón sentimientos vivos de fe, esperanza y caridad; Verdadero dolor de mis pecados, y (propósito) firmísima voluntad de enmendarme de ellos; Mientras que yo, con gran afecto y dolor de mi alma, voy considerando y contemplando mentalmente tus cinco llagas. Teniendo presente aquello que dijo de Ti, ¡oh buen Jesús!, el profeta, David: Han taladrado mis manos y mis pies, y se pueden contar todos Mis huesos. (Salmo 21, 17-18)