REZANDO JUNTOS. Lucas 8. 16-18. 19 de septiembre. Ciclo C. Oraciòn del dìa, Lunes 18 de septiembre, 25ª Semana TO.c San Lucas 8. 16-18. Ciclo C Señor Jesús, bajo tu presencia te pido que ilumines mi …Más
REZANDO JUNTOS. Lucas 8. 16-18. 19 de septiembre. Ciclo C.
Oraciòn del dìa, Lunes 18 de septiembre, 25ª Semana TO.c San Lucas 8. 16-18. Ciclo C
Señor Jesús, bajo tu presencia te pido que ilumines mi corazón con tu luz y que arda con el fuego de tu Amor. Concédeme la gracia de encontrarme contigo y hacer una experiencia profunda de Tì, durante esta oración, y asì poder luego irradiar tu fuego y tu luz a los demás a lo largo de este día.
Tu Palabra me acompaña y guía, por eso vamos a reflexionar en el Evangelio de san Lucas 8, 16-18
Jesùs, En este dìa enseñas a la multitud: “Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz”.
Hoy Señor vivimos en medio de muchas tinieblas que se han filtrado en nuestra sociedad, familia y alma, cuàntas insatisfacciones, inseguridades, vicios, sentimientos de vacío, soledad, quebrantos y sufrimiento hay en tantos corazones, producto de los males que nos acosan. Y hoy me dices que nadie enciende una vela y la tapa o la esconde debajo de la cama, ella es para ponerla en un candelero y que los demás puedan ver la luz.
Tù eres, Señor la Luz del mundo, me dices: “que quièn te sigue no camina en las tinieblas”, el dìa de mi bautismo, a través de nuestros padres y padrinos me diste una vela encendida, que llevaría siempre. Esta Luz, es Tu presencia Viva en mi vida y corazón, esta Luz no es para ocultarla o que me dè pena tenerla conmigo, sino es para llevarla y trasmitirla con convicción y generosidad.
Señor, dame siempre de Tu luz para iluminar a todos los que pasen a mi lado. Si una vela enciende a otra, llegaràn a brillar miles de ellas. Y eso es lo que nuestro mundo de hoy necesita, si ilumino mi corazón con amor, lo màs probable que ilumine a otro corazón. Estoy seguro, Señor, que tu deseo en este día para mi y todos los que escuchen tu Palabra es: que sonriamos, que seamos amables, que nos mostremos interesados por las personas, y así, nuestra luz brillará y ésta hará que otra luz se encienda cerca de cada uno de nosotros.
Hoy, Señor, me pregunto, en los años que llevo de vida ¿a cuántos he iluminado?, ¿con quién he compartido esta luz? Espero no cansarme de seguir haciéndolo, porque lamentablemente los
hombres somos así, nos cansamos.
Esta luz, si no la comparto, seguirá siendo oscuridad. Me dirías, Señor, que mi lámpara no es para que la esconda en el armario de mi egoísmo, es para que ella, uniéndose a todos los que quieren iluminar a este mundo, se sume a la gran antorcha humana, que en definitiva es Tu reflejo entre nosotros.
Mi propósito en este dìa, es dar buen ejemplo en mi casa, escuela, o trabajo, siendo generoso, atento y comprensivo, llevando la luz del bien a los demás. Corregiré con cariño a aquellos que considero necesiten que les hable con la verdad.
Mis queridos niños, Jesùs nos enseña que tenemos que ser luz para los demás, tenemos que ser pacientes, obedientes, generosos, siempre tenemos que decir la verdad, pues no hay nada oculto que no se llegue a saber, por eso siempre es mejor actuar bien desde el inicio.
P. Dennis Doren, LC
Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga
Oraciòn del dìa, Lunes 18 de septiembre, 25ª Semana TO.c San Lucas 8. 16-18. Ciclo C
Señor Jesús, bajo tu presencia te pido que ilumines mi corazón con tu luz y que arda con el fuego de tu Amor. Concédeme la gracia de encontrarme contigo y hacer una experiencia profunda de Tì, durante esta oración, y asì poder luego irradiar tu fuego y tu luz a los demás a lo largo de este día.
Tu Palabra me acompaña y guía, por eso vamos a reflexionar en el Evangelio de san Lucas 8, 16-18
Jesùs, En este dìa enseñas a la multitud: “Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz”.
Hoy Señor vivimos en medio de muchas tinieblas que se han filtrado en nuestra sociedad, familia y alma, cuàntas insatisfacciones, inseguridades, vicios, sentimientos de vacío, soledad, quebrantos y sufrimiento hay en tantos corazones, producto de los males que nos acosan. Y hoy me dices que nadie enciende una vela y la tapa o la esconde debajo de la cama, ella es para ponerla en un candelero y que los demás puedan ver la luz.
Tù eres, Señor la Luz del mundo, me dices: “que quièn te sigue no camina en las tinieblas”, el dìa de mi bautismo, a través de nuestros padres y padrinos me diste una vela encendida, que llevaría siempre. Esta Luz, es Tu presencia Viva en mi vida y corazón, esta Luz no es para ocultarla o que me dè pena tenerla conmigo, sino es para llevarla y trasmitirla con convicción y generosidad.
Señor, dame siempre de Tu luz para iluminar a todos los que pasen a mi lado. Si una vela enciende a otra, llegaràn a brillar miles de ellas. Y eso es lo que nuestro mundo de hoy necesita, si ilumino mi corazón con amor, lo màs probable que ilumine a otro corazón. Estoy seguro, Señor, que tu deseo en este día para mi y todos los que escuchen tu Palabra es: que sonriamos, que seamos amables, que nos mostremos interesados por las personas, y así, nuestra luz brillará y ésta hará que otra luz se encienda cerca de cada uno de nosotros.
Hoy, Señor, me pregunto, en los años que llevo de vida ¿a cuántos he iluminado?, ¿con quién he compartido esta luz? Espero no cansarme de seguir haciéndolo, porque lamentablemente los
hombres somos así, nos cansamos.
Esta luz, si no la comparto, seguirá siendo oscuridad. Me dirías, Señor, que mi lámpara no es para que la esconda en el armario de mi egoísmo, es para que ella, uniéndose a todos los que quieren iluminar a este mundo, se sume a la gran antorcha humana, que en definitiva es Tu reflejo entre nosotros.
Mi propósito en este dìa, es dar buen ejemplo en mi casa, escuela, o trabajo, siendo generoso, atento y comprensivo, llevando la luz del bien a los demás. Corregiré con cariño a aquellos que considero necesiten que les hable con la verdad.
Mis queridos niños, Jesùs nos enseña que tenemos que ser luz para los demás, tenemos que ser pacientes, obedientes, generosos, siempre tenemos que decir la verdad, pues no hay nada oculto que no se llegue a saber, por eso siempre es mejor actuar bien desde el inicio.
P. Dennis Doren, LC
Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga