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REZANDO JUNTOS. Lucas 16. 1-13. 18 de septiembre. Ciclo C. Oraciòn del dìa, Domingo 18 de septiembre, 25º Semana TO.San Lucas 16. 1-13 Ciclo C Señor, es por Tu resurrección por quien mi vida es siempre …Más
REZANDO JUNTOS. Lucas 16. 1-13. 18 de septiembre. Ciclo C.

Oraciòn del dìa, Domingo 18 de septiembre, 25º Semana TO.San Lucas 16. 1-13 Ciclo C

Señor, es por Tu resurrección por quien mi vida es siempre nueva, una creación nueva que nace de tu poder rendentor. Tu gracia es capaz de renovarme cada instante. Si te he fallado, si te he ofendido, si he caído, aquí vengo para estar contigo. Tú me renuevas por dentro, Tú me refrescas en el corazón la posibilidad de levantarme y comenzar de nuevo.
Hoy vamos a meditar en el Evangelio de san Lucas 16, 1-13

Hoy narras la parábola de un administrador que fue contratado para administrar los bienes de un hombre rico. Este hombre rico le dio la confianza, le dio este capital para administrar, pensó que él si lo haría y le dio la oportunidad. Lo llama para pedirle cuentas y fue acusado por haber malgastado sus bienes. ‘¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador’.

Señor, todos los hombres estamos llamados a administrar cosas, yo administro mi casa, mi tiempo, mis talentos, mis cualidades, mis estudios, mi trabajo, mi horas de descanso. Es una realidad que me acompañará siempre, pero en el fondo yo administro algo que no me pertenece, la vida y el tiempo, que me has dejado a mi cargo, son Tuyos, y son la pauta para la eternidad.

Esto –vienes a decir Jesús, a tus discípulos— es lo que deben hacer también ustedes para poner a salvo no el futuro terreno, que dura algunos años, sino el futuro eterno. Què bien decía, el filòsofo Sèneca: «La vida –a nadie se le da en propiedad, sino a todos en administración». Somos todos «administradores»; me invitas a llevar bien esta administración, a no hacer trampas como el hombre de la parábola, que aunque fue astuto, se le reclama su mal actuar. Què bien dices, Señor: “los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz”.

Me dices, Señor, que esta administraciòn es un servicio que te hago, por ser mi creador, un servicio a los hombres y un servicio a la naturaleza. Muchas veces me creo con derechos adquiridos, pero realmente en definitiva dependo de Tì.

Què gran peligro, Jesùs, es administrar cosas que pasan y que el día de mañana no valdràn nada. Y en la que ponemos en juego la confianza que nos ha dado… ¿cómo administro hoy mi vida, cuales son los temas que en familia platico para una buena administración?. Crecer en mi vida de fe, ser responsable, ser fiel, ser generoso, ya no pelearme tanto en casa, compartir mi fe con otros, aprovechar mi tiempo, ayudar a los demàs ¿estos valores y principios que cada uno administra son compartidos, enriquecidos y apoyados, o son totalmente ajenos los unos de los otros?.

Me invitas a ser fiel en las cosas pequeñas, pues asì, serè fiel en las grandes. Què gran responsabilidad tengo en mis manos, pues al final lo que recibirè es el premio eterno, què bien me dices, Señor, que no podemos servir a dos amos, no te puedo servir a Tì y al dinero, asì es, un cosa es servirte, que es lo propio y la otra deberìa servirme del dinero, como un medio y no como un fin, para muchos el dinero se ha convertido en su dios, eso no lo quiero, para mì, ni para mis seres queridos

El dinero bien habido, està para ayudar, compartir, ser generoso y hacer la vida màs amable para todos, y no para hacer avaro, egoísta, encerrado en mi mismo, que perjudica y destruye la vida de otros, eso si es ser un muy mal administrador.

Mi propósito, hoy es restituir lo obtenido incorrectamente, si he hecho mal o he dañado a alguien por causa del dinero pedirè perdón y tratarè de reconciliarme, jamàs dejarè que la falta o la abundacia de dinero me robe la paz y menos destruya una relación familiar.

Mis queridos niños, Jesùs nos enseña que somos administradores de los bienes que nos ha dado, que tenemos que ser honestos y jamàs utilizar la trampa para adquirir màs cosas, jamàs debemos dejar que Jesùs nos pierda la confianza y tenemos que hacer siempre las cosas bien.

P. Dennis Doren, LC
Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga