Los ángeles que siempre acompañaron al Padre Pío de Pietrelcina
Los ángeles que siempre acompañaron al Padre Pío de Pietrelcina Estos tiempos, confusos, de tinieblas son especiales para invocar a los ángeles y en particular a nuestro ángel de la guarda, que Dios ha puesto al lado nuestro para ayudarnos y consolarnos. Y tal importancia han tenido para algunos santos, que por ejemplo, San Josemaría Escrivá acostumbraba a saludar primero al angel de la guarda y después a la persona. Los ángeles, y especialmente el ángel de la guarda, jugaron un papel importante en la vida y mística de San Pío de Pietrelcina.
Y como decía a Raffaelina Cerase referido a su ángel: Ten en cuenta que es poderoso contra Satanás y sus satélites. Su amor no ha disminuido ni jamás disminuirá para defendernos. Tomen la costumbre de pensar siempre en él. Piensen que junto a cada uno hay un espíritu celeste que desde la cuna hasta la tumba no nos dejará ni un instante y nos guía y protege como un amigo o un hermano, para consolarnos, especialmente en las horas tristes.…Más
QUE LINDO!!! A MI TAMBIEN MI ANGEL DE LA GUARDA ME HA HECHO MUCHOS FAVORES COMO: ENCONTRARME DOCUMENTOS EXTRAVIADOS; ENCONTRARME CON ALGUNA PERSONA QUE QUEDE DE VERME; HACERME LLEGAR A TIEMPO A MISA; ME HA DESPERTADO DE NOCHE PARA HACERME REZAR POR ALGUN NECESITADO.
PADRE PIO TAMBIEN ME HA HECHO FAVORES Y LE DOY GRACIAS POR ESTE MEDIO.... ADEMAS LE PIDO
RECUERDE LA GRAN NECESIDAD QUE EN MI FAMILIA TENEMOS, PARA QUE RUEGUE AL SAGRADO CORAZON DE JESUS Y MARIA. Y POR TODOS LOS ENFERMOS DEL MUNDO, POR SALMITA MI SOBRINA.
Himno (laudes)
Cantemos hoy a los ángeles, Custodios nuestros hermanos, Que velan por los humanos Y van de su bien en pos. Ven siempre la faz del Padre, Él los ampara benigno, Y luchan contra el maligno En las batallas de Dios. ¡Oh espíritus inmortales! Tenéis por reina a María, Sois su vital letanía, Su enamorada legión. Por vuestro medios nos llegan Dones y gracias del cielo, La fe, la luz, el consuelo, La paz y la inspiración. Terribles como un ejército Bien ordenado en batalla, Vuestra asistencia no falla Contra la insidia infernal. Silentes guardas y amigos, De nuestra noche luceros, Seréis nuestros compañeros En la patria celestial. La gloria a Dios que ha creado Ejército tan prolijo: Que adore sumiso al Hijo, Su rey y su plenitud, Y que al Espíritu Santo, Terrenos y celestiales, Le rindan universales Tributos de gratitud. Amén