"El Prólogo de San Juan en todas las misas dominicales"

Mensaje de Arzobispo Rogelio Cabrera López:

"En el Prólogo de San Juan se encuentra la síntesis de la fe Apostólica, centrado en el Misterio de la Encarnación: Jesús es el Verbo, Aquel que Es desde toda la Eternidad, que se ha hecho carne, y nos muestra el rostro de Dios, esclareciendo el misterio del hombre.

Es por ello que, por las presentes letras y con mi autoridad ordinaria decreto que, en todas las misas dominicales del año 2017 a partir del 01 de enero, después de la oración de Post-comunión, se lea el Prólogo del Evangelio según San Juan en su versión Litúrgica. Exceptuando el domingo de Ramos y la Vigilia Pascual."

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Sofia M
Amen. Gloria a DIOS!!!
San Juan
1:1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
1:2 Ella estaba en el principio junto a Dios.
1:3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada Lo que se hizo
1:4 en ella era la vida y la vida era la luz de los hombres,
1:5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
1:6 Hubo un hombre, enviado …Más
Amen. Gloria a DIOS!!!
San Juan
1:1 En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.
1:2 Ella estaba en el principio junto a Dios.
1:3 Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada Lo que se hizo
1:4 en ella era la vida y la vida era la luz de los hombres,
1:5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
1:6 Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.
1:7 Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
1:8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
1:9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre, viniendo a este mundo.
1:10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.
1:11 Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.
1:12 Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre;
1:13 los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios.
1:14 Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad.

Esperemos que el resto de los Arzobispos Latinoaméricanos, en su sabiduría sigan sus pasos. 👏 😌 😉
María de Lourdes H.
Atenta a lo que nuestro prelado nos indique