Tolerancia cero para la homosexualidad. Sudán del Sur ya ha dicho su no al Papa. Por Sandro Magister
En la entrevista, el Papa dijo rotundamente que “el ser homosexual no es un delito”, y, en consecuencia, “es injusto” que “más de 50 países” lo condenen y castiguen, entre ellos “diez o doce, más o menos”, incluso con la pena de muerte.
Y entonces, dijo también, los obispos de estos países deben reaccionar contra estas leyes y la cultura que las produce.
Estas palabras del Papa han dado la vuelta al mundo y llegaron también a Sudán del Sur, donde la homosexualidad es un delito que se castiga hasta con 14 años de prisión. Y el viernes 27 de enero, en una conferencia de prensa al término de una reunión de gabinete presidida por el presidente Salva Kiir, el ministro de Información, Michael Makuei Lueth, dijo: “Si él, el Papa, vendrá a decirnos que el matrimonio entre personas del mismo sexo, la homosexualidad, es legal, nosotros diremos que no”.
“Dios no se ha equivocado”, continuó el ministro. “Él ha creado el hombre y la mujer y les ha dicho que se casen y que pueblen la tierra. ¿Dos personas del mismo sexo alguna vez dieron a luz a alguien? Nuestra Constitución es clarísima y dice que el matrimonio es entre sexos diferentes y que todo matrimonio homosexual es un delito, un delito constitucional”.
Pero Makuei dijo también que “no es para esto que el Papa vendrá a Sudán del Sur”, porque su principal objetivo es predicar la paz. Y lo hará junto al primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, y al moderador de la Iglesia presbiteriana de Escocia, Iain Greenshields: “un acontecimiento histórico”, porque “estos tres estaban en Roma cuando nuestros líderes fueron allí y ahora de nuevo vienen juntos, lo que significa que hay algo especial para Sudán del Sur”.
La referencia es a la visita que el presidente Salva Kiir y el Riek Machar hicieron al Vaticano en abril de 2019, invitados a un retiro espiritual que el Papa concluyó inclinándose en la tierra para besar los pies de ambos (ver foto).
Los dos, pertenecientes a tribus rivales, estaban en guerra y la guerra continuó también en los años posteriores, llegando a la cifra de 400.000 muertos y de dos millones de desplazados.
Pero volviendo al tema de la homosexualidad, se dijo también que por cierto la Iglesia anglicana está fuertemente dividida.
En el Reino Unido y en Estados Unidos dominan los que quieren hacer caer todos los tabúes y bendecir en el templo a los matrimonios entre personas del mismo sexo. Mientras que en África, donde viven los ¾ de anglicanos de todo el mundo, la oposición es muy fuerte e impide que se tome una decisión compartida.
El 18 de enero en Londres se propuso un compromiso: una oración sencilla no obligatoria para las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
Como es fácil notar, la división en curso en la Iglesia anglicana es muy similar a la que existe en la Iglesia católica, sobre la misma cuestión. El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha prohibido la bendición de las uniones homosexuales, pero en Alemania, en Bélgica y en otros países igualmente se la justifica y ejerce, y Francisco deja que corra, más aún, al encontrarse a fines de noviembre con los obispos de Bélgica les dejó en claro que daba su aprobación.
El 5 de febrero, en la anunciada conferencia de prensa en el avión de regreso a Roma, Francisco tendrá a su lado a Welby y a Greenshields. Y es probable que entre las preguntas no falte la pregunta sobre la homosexualidad.
Publicado originalmente en italiano el 30 de enero de 2023, en Blog - la Repubblica
Traducción al español por: José Arturo Quarracino
