yuca2111
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Mi hermoso desierto

¿Arena dorada? He visto todo tipo de color arena en mi vida... Blanca, gris, arcilla incluso negra... Aunque parece que el de color arcilla no es precisamente arena, pero funciona igual, como en el famoso valle de la muerte en Estados Unidos; el color no importa, el punto es que lo común de un desierto, cualquier desierto es aislamiento del mundo.

La mujer huyó al desierto, dice la santa palabra, todo teólogo habla de la mujer como la Iglesia, perdónenme, pero yo lo veo como ambas, nuestra Santa Madre María y la Iglesia, en la mente de Juan María da el primer paso, ella misma da el ejemplo y nos muestra el camino, que linda es nuestra Madre.

Voy a hablar de lo que significa el desierto para todos desde mi perspectiva, nuestros antepasados hablaron como cada uno de nosotros ES Iglesia, SOMOS Iglesia, solos o congregados somos la mujer, somos Iglesia.

La salvación es una cosa personal, profunda y única, por lo que debo hablar sobre el desierto desde un punto de vista personal, con la esperanza de ayudar a comprender dónde estamos o, quizás, hacia dónde estamos caminando.

Definir el desierto para mí sería esto: El desierto es nuestra fe con respecto al mundo, ese mismo mundo que el Apóstol dice que quien sea amigo de será enemigo de Dios.

Mi caso es, y entiendo que para cada uno sería diferente a pesar de que cada uno de nosotros es Iglesia la mujer que huye al desierto… Yo vi a Jesús en 1992 al borde de yo saltar en mi propia perdición como lo seria el de quitarme la vida, Él intervino y me salvó de abrazar una eternidad en el infierno, desde ese día he hablado de Él de muchas maneras, compartiendo mis testimonios y puntos de vista a pesar de ser indigno de Él.

Sepan que muchos sacerdotes están recorriendo el camino que el mundo les tiende, no desean arriesgar sus vidas, no tienen el impulso de convertirse en mártires, estamos viendo la destrucción solemne de la fe en todas partes, el mundo ha prevalecido dentro de la Iglesia y el mundo ama a los suyos, se escuchan vítores en el infierno por tantos ejemplos de infidelidad del Vaticano y de nuestros sacerdotes en todas partes.

Ahora… ¿Quién desearía vivir en un desierto? ¿Quién en su sano juicio iría allí? Hablando lógicamente, ninguna persona en su sano juicio elegiría vivir en un desierto cuando la civilización es mejor de vivir, ya que compartimos nuestra fe con cualquiera por eso somos los locos, los intolerables e insoportables, como el mundo nos dice que ya no toleramos al hermano nuestro, que ya no tenemos “compasión”, somos rígidos y por eso somos el blanco de los que predican tolerancia e inclusión.

Una vez mi querido amigo sacerdote me dijo a mí y a mi ahora ex esposa: “Lo increíble de Rafael es que habla de Dios a todos los que encuentra”, pensé: ¿por qué no iba a hacerlo? ¿Por qué la mayoría de las personas no lo harían si tienen a Cristo? Sin saberlo, ya estaba de camino hacia el desierto; quiero decir, habla con todos sobre Cristo y de repente abro los ojos al ver mi propia familia junto con todos los demás repudiarme, como me gane la reputación de ser radiactivo, mis palabras no pudieron llegar a mi esposa y ahora ella es mi ex esposa ya que me pidió el divorcio. Ya no podía comunicarme con mis hijos, mis hermanos, compañeros de trabajo, vi como muchas personas me habían arrojado en una luz negativa todo el camino.

El desierto no es un lugar físico, espiritualmente hablando, es tu situación respecto al mundo manteniendo tu fe como lo más precioso, allí se encuentra la soledad, como un desierto real, se arrasan días calurosos y noches frías, la comida escasea y se siente demás rogar al cielo me permita irme allá al no recibir respuesta, parece que Dios me necesita aquí para correr la voz, pero como pronto descubrirás, en un desierto, se está solo, nadie ahí te escucha, se siente como que ya nadie quiere escuchar sobre Dios, nadie quiere ver la belleza del catolicismo, tu voz resuena en la nada ya que todos en el mundo te encuentran radioactivo.

Hoy en día lo nuevo y “maravilloso” es la apostasía, la homosexualidad y el evangelio extraño que predican, es esa la novedad que traen los enemigos de Dios dentro del Vaticano y nadie quiere escuchar diferente, todos quieren lo que el mundo trae, el infierno se regocija con sus campeones en el tope, ya nadie parece importarle, todos aplauden y celebran a sus héroes de falsedad.

El santo y Doctor de la fe San Atanasio lo dijo claramente, “ellos tienen las estructuras, pero nosotros nuestra fe”, sí… incluso con excomunión el se mantuvo firme y permaneció fiel, aquellos hombres que tanto mal le hicieron son olvidados por la historia y San Atanasio es un santo. El desierto no es una religión nueva, no es una fe diferente, la belleza del desierto permanece en la promesa de nuestro Señor, a través de los hermosos labios del Apóstol Juan, centrados en la esperanza, cuando la mujer adquiere alas para volar lejos del dragón, Dios le da Su dulce Misericordia para estar con Él para siempre.

Nos enfrentamos a una situación difícil aquí, es abrazar apostasía o permanecer en nuestra fe por nuestra cuenta... Es difícil ver a los que amas abrazando el mundo, es difícil escuchar todos los nombres malos que te llaman en el mundo, es duro permanecer fiel viendo tanta inmundicia, mientras, luchas contra el espejismo del pecado, ya que pecar se siente tan bien por nuestra carne, pero para nuestras almas es tan condenatorio, también la soledad es un factor que martillan tu mente cada minuto, hora, día y año tras año, tratando de empujarte a los brazos del mundo, si tan solo te comprometes a lo malo.

Al final la esperanza no puede morir en el desierto, la esperanza es lo que mantiene nuestra fe, necesitamos seguir construyendo el amor y dando perdón, orar por los que amas y que muchos se salven, no caigas en desesperación, las alas vienen para que podamos volar arriba y allá, Él cumplirá su promesa de enjugar nuestras lágrimas.

No dejes que el mundo vea tus lágrimas, esas son solo para el Señor, mantente alerta y fiel, el desierto es hermoso si esperas que venga nuestro Señor, así que por favor mantente firme, se fiel. aleluya
Kirchen-Kater
“Lo increíble de Rafael es que habla de Dios a todos los que encuentra”