Sobre la esencia del pecado contra el Espíritu Santo.

En el Evangelio de hoy Mc, 3, 20 y ss. se narra la tremenda y acaso definitiva discusión entre Jesús y los escribas. Estos últimos condenaron y sentenciaron de raíz y en forma absoluta e irreversible, todo lo que Jesús pudiera hacer en adelante, para mostrar que era el Mesías, el Redentor, la Vida, la Verdad, el Bien, el Hijo de Dios Vivo:
"Está poseído por Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los demonios".
Al haber oído semejante afirmación, es muy probable que el Señor, se haya visto profundamente conmocionado en su Corazón. Porque esta es una sentencia límite. No hay nada hay que pueda superarla. Atreverse a decir que el Santo y el Bueno, que demuestra Quién es por miles de obras Santas y Buenas, en el fondo no es más que el engaño supremo, el mal más retorcido e infame que pudiera imaginarse, es algo de lo que ya no parece haber retorno.
¿Qué hace Jesús ante la proclama de la blasfemia suprema?
Comienza por mostrar con gran Paciencia, la esencial contradicción que anida en la mente de sus adversarios:
“Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo Satanás va a expulsar a Satanás? Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir.”
Es muy posible también que el Señor esperara todavía alguna reacción favorable ante la manifestación y explicación de lo ya muy evidente. Lo que acababan de decirle en la cara era el absurdo máximo y exigía el inmediato arrepentimiento y el ruego de perdón. ¿Qué otra cosa más podía hacer Jesús por ellos?
Pero el arrepentimiento no llega y el silencio, el silencio, el silencio, da claras muestras de que ya no hay vuelta atrás posible.
De ahí surge entonces la terrible afirmación del Salvador:
“Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y cualquier blasfemia que profieran. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás: es culpable de pecado para siempre".
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Hoy en día, nuestra manera de pensar está profundamente contaminada por lo que se ha dado en llamar, el “pensamiento de la sospecha”. Esa es la peor novedad de nuestro tiempo. Sus tres grandes maestros han sido Nietzsche, Marx y Freud. Por diferentes (y no tan diferentes) motivos, los tres han convencido a la humanidad, de que todo lo bueno que pudiera decirse o pensarse o hacerse en este mundo, procede en el fondo, de una raíz maliciosa y perversa. Otros autores menores han profundizado aún más en toda la cuestión. Tampoco vale la pena perder demasiado tiempo con esto. Pero es verdad que todos, en alguna medida mayor o menor, estamos acostumbrados a pensar así.
¿Qué hacer entonces?
Una regla muy sana, parece ser la de saber esperar y tomarse el debido tiempo antes de juzgar en forma definitiva, sobre todo lo que va sucediendo en el hiperconfuso mundo contemporáneo. Con respecto a esto, pienso que es muy bueno estar prevenidos y atentos ante la abundante manifestación de hechos claroscuros, proclamados y ejercidos, nada menos y muchas veces, en nombre de la verdad y el bien. Hay mucho de eso hoy día, (no estoy descubriendo la fórmula de la pólvora) todo está muy mezclado y no hay que dejar de estar lo más atento posible para discernir con paciencia y oración y Sacramentos. Cualquiera puede y tiene pleno derecho a sospechar lo peor del otro, porque así están dadas las cosas en el presente, y puede que no esté mal hacerlo. Hay necesidad de defenderse con uñas y dientes y con todo lo que uno tenga a mano, ante la mentira y el engaño destructivo y manifiesto. Y siempre es bueno decir lo que deba decirse mientras sea posible.
Pero cuidado. Es fundamental reservar en el alma, un espacio libre de juicios definitivos y conclusiones apresuradas, en especial sobre las intenciones de las personas. En todo caso, siempre es muy recomendable dar lugar al tiempo para que termine de revelarse y de confirmarse en la realidad, lo peor que uno pudiera temer y sospechar. E ir discerniendo a cada instante, con muchísima paciencia, con la ayuda de personas que merezcan alguna confianza (esto se va viendo si se quiere, en el día a día y este sitio gloria.tv es un magnífico lugar para ayudar a discernir). Porque es muy probable que la gran confusión vaya en aumento en los tiempos que sigan.
Una cosa muy recomendable es la de rogar al Señor Jesús y apelar a su Infinita Misericordia, para que derribe y destruya nuestras certezas, si es que no están del todo bien fundadas y no son del todo verdaderas. Eso puede doler, pero es mejor sufrir un poco ahora en vida, y no después de muertos, cuando ya no haya tiempo de corrección y reparación.
“Señor Jesús, por favor, no tengas piedad ante mi error. Lo que debas derribar, por favor derríbalo. Tú y sólo Tú sabrás, cómo repararlo y reconstruirlo luego”.
Con todo y ante los próximos tiempos cada vez más oscuros que se avecinan, no se debe nunca perder la esperanza y la confianza plena en el Señor Jesús, en su Santísima Madre, en la Sagrada Eucaristía, en la Confesión (el mejor remedio que existe en este mundo para mantener y recuperar una mirada lo más clara y menos enturbiada/viciada posible cuando uno se equivoca. Y en los hermanos que tienen fe verdadera y que buscan sinceramente la verdad y no la propia honra. Gracias a Dios, aquí en gloria.tv, hay muchísima gente buena y que busca la verdad, el mayor bien posible y la Gloria de Dios por sobre todo.
Líbranos Señor Jesús del más mínimo error y danos por favor una mirada clara, para poder luego servirte de la mejor manera.
Jesús, en ti confiamos.
Marcelo Fernando de Argentina
Muchísimas gracias por tus palabras German. En mi experiencia aquí en gloria.tv, he podido observar que hay sedevacantistas y sedevacantistas. Algunos se muestran dispuestos a escuchar y ofrecer razones y argumentos sobre su postura. Otros no tanto. Cada uno sabrá por qué lo hace. En todo caso, de todos ellos, siempre se puede sacar algo provechoso si se quiere ver bien. En última instancia, …Más
Muchísimas gracias por tus palabras German. En mi experiencia aquí en gloria.tv, he podido observar que hay sedevacantistas y sedevacantistas. Algunos se muestran dispuestos a escuchar y ofrecer razones y argumentos sobre su postura. Otros no tanto. Cada uno sabrá por qué lo hace. En todo caso, de todos ellos, siempre se puede sacar algo provechoso si se quiere ver bien. En última instancia, siempre está la posibilidad de dejar de lado al menos por un tiempo, sus afirmaciones y obviarlas, si por el momento no hay más remedio o si uno advierte que no está en condiciones de responder.
germanpb
Excelente predica, muchas gracias por tu aporte. Hace falta gente que se anime con caridad a decir las cosas.
Sabes, you fuí un moderador de gloria.tv en español, muy inocentemente ayude lo mejor que pude, esto en la época de Benedicto XVI, y veía muchos ataques al santo padre, con personas violentas y agresivas, personas que tienen varios nombres generados, y hacen aportes destructivos, varias …Más
Excelente predica, muchas gracias por tu aporte. Hace falta gente que se anime con caridad a decir las cosas.
Sabes, you fuí un moderador de gloria.tv en español, muy inocentemente ayude lo mejor que pude, esto en la época de Benedicto XVI, y veía muchos ataques al santo padre, con personas violentas y agresivas, personas que tienen varios nombres generados, y hacen aportes destructivos, varias veces me queje con los dueños de la página pero resulto ser que son sedevaticanistas lefebristas y ellos mismos también solo publican artículos criticando siempre todo, nunca llamando a la unión y oración. En síntesis renuncié.
Muchas gracias por tus palabras. Me llamo Germán y soy de Argentina. Buenos Aires.
Marcelo Fernando de Argentina
En relación al reinado del anticristo, muy probablemente se dará una especie de pecado contra el Espíritu Santo pero al revés. Será el más malvado de los hombres que habitaron la tierra y casi todos dirán: Es bueno, es esencialmente bueno y quiere nuestro bien. Ya hay varias muestras de eso en nuestro presente.
Vidal gutierrez gutierrez
Vg2 Aplaudo ese espíritu de concordia dispuesto además de aprender y de exponer sus razones aunque sean divergentes.